Contaminación sin parar en contingencia sanitaria

A pesar de que la contingencia sanitaria redujo el tránsito vehicular, que es la principal fuente de contaminantes, la calidad del aire no ha sido buena en la Ciudad de México. Un factor que podría agravar la crisis por Covid-19
David Martínez David Martínez Publicado el
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Ni la contingencia sanitaria en la Ciudad de México ha logrado que la calidad del aire mejore. La contaminación no ha cedido a pesar de que su principal fuente ha disminuido su actividad.

El tránsito vehicular se ha reducido un 40 por ciento desde el inicio de la emergencia por Covid-19, según los datos dados a conocer por el Gobierno local el pasado 23 de marzo.

Pero ni desde esa fecha, cuando se declaró la fase 2 de la pandemia, hasta ayer 14 de abril, se ha registrado un solo día con calidad del aire buena en la Ciudad de México.

Tampoco durante el periodo de Semana Santa, cuyo jueves 9 y viernes 10 fueron días de asueto oficiales, de acuerdo con un monitoreo realizado al portal de Calidad del Aire de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).

Desde el 8 de abril hasta ayer, el aire en la capital y la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se mantuvo de regular a malo con excepción del 12 de abril, cuando se reportó como aceptable.

Las sustancias que se respiraron en ese periodo fueron principalmente el ozono, seguido de las partículas PM 2.5 y PM 10.

Especialistas indican que la permanencia del ozono en el aire se debe a una reacción química provocada por las fuente fijas de contaminantes y a los compuestos orgánicos volátiles que no permiten una reducción total de la polución.

Situación que consideran preocupante porque se ha demostrado que la calidad del aire está relacionada con la morbilidad por enfermedades respiratorias y puede aumentar los fallecimientos durante la pandemia por coronavirus

Ante esto y el riesgo de que la contaminación agrave la situación, especialistas piden elaborar un plan de reducción de emisiones nacional.

Reacción química

Jorge Macías, exfuncionario de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y experto en política pública ambiental, indica que la razón por la cual no ha disminuido la contaminación es por una reacción química.

Explica que el ozono, elemento que ha predominado en los últimos días, tiene dos precursores: el óxido de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles.

El óxido de nitrógeno viene del transporte mientras que los compuestos orgánicos volátiles de los solventes, fuentes fijas como fugas de gas, calentadores de agua, de gasolineras que emiten combustible evaporizado, entre otras.

Macías detalla que los óxidos de nitrógeno derivados del transporte disminuyeron con la contingencia. Sin embargo, los compuestos volátiles no.

Esto provoca una reacción química en la que la reducción del óxido de nitrógeno hace que los compuestos volátiles aumenten.

“Cuando bajas óxido de nitrógeno suben los compuestos volátiles. Es complejo y lo que nos demuestra la química atmosférica es que tenemos que disminuir ambos contaminantes para tener una buena calidad del aire”, explica.

Menciona que el riesgo de que el ozono no disminuya consiste en que es un irritante de las vías respiratorias.

“El ozono es como si respiraras ácido”, señala.

Añade que está demostrado científicamente que la calidad del aire incide en la tasa de defunciones durante crisis por virus que afectan las vías respiratorias.

La investigación “Contaminación del aire y letalidad del SARS en la República Popular de China: un estudio ecológico”, elaborada por BioMed Central (BMC), una organización internacional, revela que la contaminación aumentó las defunciones durante la crisis del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en el 2002 y el 2003.

La investigación indica que la mortalidad por la enfermedad en la provincia de Guandong fue de solo el 3 por ciento de los casos; mientras que en Beijing, con mala calidad del aire, el 96 por ciento de las personas que se infectaron fallecieron.

Contaminación que incide

Stephan Brodziak, miembro del Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA) en México, indica que la contaminación en el país ya se ve reflejada en la comorbilidad por Covid-19 en el país.

La comorbilidad es el factor de riesgo, una segunda enfermedad, que hace más propensas a las personas a presentar complicaciones en caso de contraer Covid-19.

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es la posición que el EPOC ocupa como comorbilidad en fallecimientos por Covid-19 en México

Brodziak argumenta que, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal, los padecimientos relacionados con la contaminación son uno de los factores por los que están falleciendo enfermos de coronavirus.

Información dada a conocer por el Gobierno federal muestra que hasta el 13 de abril, el 10.54 por ciento de fallecidos por Covid-19 en el país tenían EPOC.

10.54
por ciento de los fallecidos en todo el país padecían EPOC

La revista UNAM Global, en su artículo “EPOC, enfermedad potencialmente mortal”, menciona que uno de los factores que potencian la probabilidad de desarrollar el padecimiento es la mala calidad del aire.

Plan Nacional

Los especialistas consultados indican que se necesita un Plan Nacional de Reducción de Emisiones para disminuir la contaminación y evitar que crisis sanitarias como la que se vive actualmente, empeoren.

Jorge Macías, experto en política pública ambiental, señala que durante esta emergencia el gobierno debe elaborar ese plan para controlar de manera integral el problema de la contaminación en las ciudades.

“Se necesita actuar hoy en las ciudades mexicanas, Toluca, Ciudad Juárez, Monterrey, en programas serios de control del mejoramiento de la calidad del aire”, explica.

Entre las medidas, menciona que se deben regular los solventes, empezar la renovación del transporte público así como asegurar la calidad de los combustibles en el país.

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