El PRI dejó solo a uno de los suyos, el ex gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington.
Contrario a lo que habían hecho en otras ocasiones, cuando se le vinculaba con el crimen organizado, no lo defendieron e incluso le exigieron que coopere con las autoridades estadounidenses.
No fue en un posicionamiento público sino mediante un comunicado atribuido al líder del Comité Ejecutivo Nacional, Pedro Joaquín Coldwell.
El comunicado señala que no se tolerarán los actos ilícitos y la impunidad en ninguno de sus militantes.
Armando Estrop