A través de un comunicado de prensa, el CEN albiazul, órgano que encabeza Gustado Madero, solicitó iniciar una averiguación en contra de Enríquez por el presunto tráfico de influencias y enriquecimiento inexplicable en el que habría incurrido el aspirante priista.

“El Comité Ejecutivo Nacional y su Comité Directivo en Nuevo León exigen que se investigue al candidato del PRI a la Alcaldía de Monterrey, Felipe Enríquez, por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento inexplicable”, se informa en el comunicado de prensa.

El priista Felipe Enríquez, el compadre incómodo de Enrique Peña Nieto, no solamente se deslindó ayer de los negocios inmobiliarios de su familia para desvincularse del nuevo desarrollo de Punta Piedra localizado en Tulum, Quintana Roo.

También, el candidato del PRI a la Alcaldía de Monterrey se presentó como portador de un mensaje para los electores mexicanos.

“Enrique Peña va a ser el próximo Presidente de este país pese a quien le pese”, sentenció el ex legislador federal.

El proyecto Monterrey VI es la obra más costosa que pudo haber elegido el Estado para dotar a la ciudad de una nueva fuente de abastecimiento de agua potable.

De las ocho opciones que el gobierno de Nuevo León y Agua y Drenaje analizaron, la opción electa es la que requiere el mayor número de recursos para su ejecución.

El costo de la construcción del acueducto Monterrey-Río Tampaón, afluente de la cuenca del Río Pánuco, supera los 16 mil millones de pesos, una inversión que el Estado planea cubrir con recursos federales y privados.

Rodolfo Gómez Acosta llega a la Tesorería del Estado con un sólo plan bajo su brazo.

Y éste no será disminuir la deuda que ahoga las finanzas estatales, ni tampoco la implementación de un programa de austeridad para reducir el gasto corriente del gobierno.

Llega a la Secretaría de Finanzas y Tesorería del Estado para concretar el negocio del sexenio: el proyecto de agua potable Monterrey VI.

Margarita Arellanes utilizó su cargo en la Sedesol de Nuevo León para conformar y financiar la estructura interna partidista que la apoya como candidata del PAN a la alcaldía de Monterrey.

Como delegada de la Sedesol federal, Arellanes consolidó su proyecto político “empanizando” la nómina por honorarios de la dependencia federal con la inclusión de más de veinte operadores panistas.

La aspirante albiazul financió este trabajo de reclutamiento partidista con fines electorales echando mano de los recursos del Fondo de Desastres Naturales, Fonden, que administra la Sedesol.