La semana pasada destiné este espacio al análisis de la corrupción imperante históricamente en el sistema político mexicano mucho antes de que Carlos Hank González se inmolara e inmortalizara con aquello de “Político Pobre, Pobre Político.” Como nunca he creído -ni creeré- en las culpas absolutas, bien vale la pena echar una cubetada de luz en la sociedad mexicana para conocer su modus operandi.
Francisco Martín Moreno