Ayer fue para mí uno de los días más importantes del año. No, no me casé, ni tuve mi primer hijo. Fui al estreno de Star Wars Episodio VII: El Despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015), la séptima entrega de la saga que hace casi 40 años revolucionó la forma de ver ciencia ficción en el cine. La promesa se cumplió a las legiones de fanáticos, chavorrucos como yo, después de tres años de espera desde su anuncio, en medio del rumor y el furor. Regresamos a aquella galaxia muy, muy lejana, con rostros conocidos y sangre nueva.
Javier Estrada