ENTREVISTA
‘Llevo preparándome toda la vida para esta obra’
Desde las oficinas del arquitecto Fernando Romero el cielo de la Ciudad de México se abre de par en par y deja ver un avión cruzando el horizonte.
Cada minuto pasa uno. Con la cadencia de un reloj, el aparato toma limpiamente la curva y se apresta al aterrizaje en el aeropuerto Benito Juárez.
Romero, bronceado, elegante y elástico, contempla divertido ese desfile aéreo que, desde el martes pasado, representa más bien una cuenta atrás.
Juan Diego Quesada