No hay peor ingrediente para unas elecciones, que ya se caracterizaron por la ausencia de propuestas y concurrencia de acusaciones, que el Congreso no haya podido ponerse de acuerdo para aprobar las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción. Quizás los senadores no lo han medido, pero su falta de acuerdos será un misil para todos los candidatos y de todos los partidos. Ya el ambiente estaba convulso pero con esto se inhibirá la participación y la credibilidad de los partidos quedará nuevamente en entredicho. En pocas palabras, es un ingrediente explosivo.
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