El senado estadounidense aprobó ayer una pieza legislativa clave para el avance del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), el mayor acuerdo comercial desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Después de seis meses de batallas legislativas, la medida fue aprobada mediante una inusual alianza entre la Casa Blanca (controlada por el Partido Demócrata) y legisladores del Partido Republicano. 

China sigue siendo la fuente número uno de las empresas de moda de estadounidenses, que anualmente importan alrededor de 30 mil millones de dólares (mmdd) en productos textiles chinos. 

En comparación, en el mismo periodo México exportó sólo 3.7 mmdd en productos textiles hacia la mayor economía del mundo.

El dragón asiático no perderá su corona pronto, según un estudio de la Asociación de la Industria de la Moda de Estados Unidos (USFIA, por sus siglas en inglés). Dicho reporte destaca que las empresas estadounidenses “no se están alejando de China”.

Los expertos del mundo financiero tienen opiniones encontradas respecto al país. Algunos apuntan que es una gran oportunidad, ya que invertir aquí es más rentable que hacerlo en mercados desarrollados. Un ejemplo de esto es Bill Gross, cofundador de la administradora de activos PIMCO, quien desde hace tres años recomienda a los inversionistas invertir en el peso y en los bonos mexicanos, incluso por encima de países como Alemania.

Además de las decenas de miles de muertos y de desaparecidos, la inseguridad y la impunidad le han costado a México económicamente una factura que año tras año alcanza los miles de millones de dólares. El diario The Financial Times reporta, con base en encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que el crimen y la violencia le cuestan al país entre el 2 y el 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) cada año.

En algunas partes de los mercados financieros, el 2015 está empezando a sentirse como 1999. 

Al igual que en medio de la burbuja del dotcom, los expertos advierten que muchas empresas de tecnología están sobrevaluadas, ya que usan prácticas de contabilidad cuestionables que podrían no reflejar su verdadero desempeño financiero.