Una escalada de violencia y muertes civiles azotan a Siria, mientras las súplicas de ayuda por parte del ejército rebelde aumentan.
Todo esto sucede nueve semanas antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos con la interrogante: ¿los norteamericanos entrarán a Siria?
Hasta ahora, con un panorama bastante negro y con un estimado de 20 mil víctimas y miles de refugiados huyendo a países vecinos, una intervención estadounidense o de otro actor se ve bastante lejana.
Washington Post