Un ‘comunismo’ muy capitalista
Quizá el Partido Comunista de China necesite pensar en un cambio de nombre. Dos noticias de la pasada semana nos recuerdan que no hay igualitarismo o una sociedad sin clases en la máquina política dominante de la nación más poblada: por un lado, la sentencia de la esposa de Bo Xilai; y, por otro, las insinuaciones acerca de que la brecha de la riqueza en China es más grande de lo que se pensaba.
Ambas están más entrelazadas de lo que parece y muestran que China también tiene el problema del 1 por ciento que frena al otro 99 por ciento.
William Pesek