Una vez más, como ha ocurrido varias ocasiones en momentos críticos, el líder americanista en la cancha, RUBENS SAMBUEZA, es traicionado por ese incontrolable temperamento explosivo, soberbio e insolente, que le hace suponer que su indiscutible calidad le permite lujos y faltas mucho más allá de los límites.
Un patadón al minuto 27 al joven Cisneros cerca del área americanista, lo pinta de amarillo sin cuestión, ahí le dice de todo al árbitro César Arturo Ramos, que mantiene compostura y autoridad.
Alfredo Domínguez Muro