América termina arrollando al León de Juan Antonio Pizzi, que acaba atragantándose con esas palabras llenas de veneno en el sentido de retar al arbitraje y achacar a “los intereses de las televisoras” por buscar desestabilizar a su equipo. Para nada, el León de anoche se desestabiliza solito cuando el ánimo y la garra decae ante el ímpetu americanista y ahí era en donde el técnico Pizzi debía sacar la cara frustrante porque no pudo y no supo y su León termina noqueado sobre la cancha del Azteca con un 4-1 que parece lapidario.

¡Súper primer tiempo!  

A pesar de las voces de los puristas y de los amargadones que dicen que el campeón de futbol mexicano tendría que ser el superlíder, bueno el superlíder en este formato sería el  que gana la primera vuelta, tendría que jugarse la segunda vuelta para que todos los equipos jugaran contra un rival afuera y en casa.

‘Memo’ Vázquez debe dejar las falsas modestias y asumirse, como lo consideran los otros siete, como el técnico con el equipo a vencer en esta Liguilla en la que Todos van contra Pumas. No se trata de salir de boquiflojo a hacerle al “Mourinho” menospreciando rivales, por el contrario, dentro de su muy positivo estilo serio y poco comunicativo, que es una de sus cualidades personales contagiadas al grupo, sacarle provecho a ese respeto que los otros siete rivales sienten por este Pumas favorito, con los pies bien plantados sobre el suelo, sabedores que todos parten de cero.

El box es un deporte de apreciación, con una gran dosis de subjetividad y pasión que desborda límites insospechados. 

El sábado, al menos en mi caso, vi ganar apretado al “Canelo” sobre Miguel Ángel Cotto, no me precio de ser un súper experto de este deporte, pero lo he seguido por muchos años y sin desafiar a los grandes expertos como mi estimadísimo Lamazón ó el Dr. Alfonso Morales, ni mucho menos a J.C. Chávez, Marco Barrera, Erick “Terrible” Morales, todos ellos figurones de nuestro muy glorioso mundo del boxeo mexicano.

De entrada, fue muy contradictorio el ver que en la alineación con la que nuestro Tri arranca el partido de ayer ante Honduras, nuestro técnico Nacional Juan Carlos Osorio deja en la banca al jugador más destacado en el juego del viernes ante El Salvador y que, al menos yo, supuse que sería su “desbordador favorito”.