En una pieza magistral de cinismo y arrogancia, desde lo más alto del control absoluto que ejerce sobre el archimillonario mundo del “Futbol Universal”, el suizo Joseph Blatter, reelecto y eternizado como presidente de FIFA, abre el Congreso General con el tema de la corrupción que se da no solo en el amaño de algunos partidos que tristemente se han dado, ó en el a veces tenebroso mundo de las apuestas.
Alfredo Domínguez Muro