Hoy ese corrido está a punto de pasar de moda, pero en el futbol es un síndrome digno de estudio.

Pachuca vive en este momento el “Síndrome Necaxa” y cuál es esta enfermedad que nos muestra estos síntomas que se convierten en patológicos, habría que recordar muchas cosas, de entrada…

‘Chucho’,  bienvenido a la multipropiedad

Y en esto de la Liguilla, en donde todos parten de cero y más aún, cualquier cosa puede ocurrir, tomando en cuenta que los partidos se dan a nocaut directo en idas y vueltas, que en ocasiones honran la larga espera por parte de los aficionados que sabemos que si no está garantizada la emoción, al menos tenemos la esperanza de que se generen y desahoguen estos sentimientos y valga la redundancia, emociones al máximo en la Liguilla, cuando nuestro torneo desafortunadamente en su fase regular nos entrega este tipo de partidos ≤a cuenta gotas.

Arranca el fin de semana grande en nuestra Liga MX, que completará el cupo de ocho de los 18 equipos invitados a la Liguilla.

Solo tenemos cuatro seguros: Tijuana, León, América y Toluca y de las combinaciones de resultados que ahora son muchísimas, habrá que sacar la calculadora, lanzar las apuestas y especular hasta el último silbatazo de la jornada.

¿Qué hubiera pasado este fin de semana?

Por lo pronto en el partido de Jaguares y Pumas Martín Romagnoli en vez de estrellar ese chutazo en el poste, el balón entra, se hubieran puesto 2-1 y si inmediatamente después la de Martín Bravo, que también se estrella pero ahora en el larguero, hubiera significado el empate, entonces estuviéramos hablando de otra historia y diríamos cómo cambió Pumas con sus refuerzos.

Después de la visita del ahora más millonario Johan Cruyff a Guadalajara, en donde dicen que con 2 ó 3 discursitos impactó a los jugadores como profeta de secta nueva, y conste que ya hasta ganan partidos y festejan los goles encomendándose al “Gurú” Cruyff, que como buen “ministro de secta” hasta le agradecen que los regañe y de pasadita los humille, menospreciando la historia del Guadalajara o tapándose de excusas por los malos resultados, y que lo suyo es el proyecto pidiéndole paciencia de cuando menos dos años a la afición Chiva.