Qué lástima que Felipe Calderón, por andar en un Crucero de aficionados al futbol, no pudo poner atención al informe que desde Ginebra, Suiza, rindió Christof Heyns, relator de los derechos humanos de la ONU.
Palabras más, palabras menos, lo que dijo el experto fue que el respeto por los derechos humanos, en términos futbolísticos, está de la patada en México.
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