El fin de semana en la XXII Asamblea del PRI se vivió un momento nunca antes visto: un simpatizante se llevó la tarde siendo el más aplaudido y el más requerido para selfies y saludos. Vamos, el tradicional besamanos se transformó en el saca selfies para emancipar al Secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Pareciera que ya todo está en el PRI y la militancia lo ha aceptado. Pero, ¿qué pasaría si hay cambio de timón? ¿O si a la mera hora -como es en política- el tapado es otro? ¿Qué pasaría con el entusiasmo tricolor? Parece que no hay marcha atrás ¿O sí?
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