Los consejeros del INE ya no saben de dónde les llegará la tormenta.

Este lunes está programada la llegada del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, y seguro habrá que poner atención al proceso judicial que llevará ya en su país y que será un parteaguas no sólo para el sistema judicial del país, sino para el PRI, que de cara a la próxima asamblea cada vez tiene más fracciones internas que están inconformes con lo que está pasando en el partido. Así que la llegada puede ayudar o perjudicar, todo depende de que quieran los tricolores para el que era su correligionario.

¿Más vale tarde?

El Instituto Nacional Electoral se encuentra en una encrucijada. Hoy definirá si se anula la elección de Coahuila y es precisamente por ese tema que el organismo electoral se juega su legitimidad y prestigio. La decisión tendrá que estar muy bien fundamentada pues los priistas -que hasta ahora ostentan el triunfo- son un hueso duro de roer y no será fácil que acepten la decisión nomás porque lo dijo el INE.

No hay ya alternativa para poder nombrar a los magistrados y al fiscal anticorrupción. Y no hay ya alternativa porque en cuanto inicie el próximo período legislativo, todo se tendrá que centrar en el Presupuesto de Egresos 2018, año en que será la sucesión presidencial. Y si en un presupuesto de año normal es una rebatinga, ahora imagínese como será el del próximo año. Así que olvídelo, no habrá un Sistema Nacional Anticorrupción completo, le tienen que dar prioridad al reparto del dinero.

Preparativos tricolores

Cada vez son más voces que ven en la estrategia del INE de llevar los resultados de las elecciones a posibles anulaciones una búsqueda de legitimidad. Y es que en boca de todos está el derroche y la falta de operación por parte del organismo electoral durante las pasadas elecciones. En las mesas de café, en redes sociales, y de parte de analistas el comentario ha sido su mediocre desempeño. Así que ahora hay que revertir eso y buscar la ansiada legitimidad que se requiere en estos casos.

Complicando el frente