El alcalde Ugo Ruiz se la está jugando con la demolición de la Torre Tanarah y el riesgo que corre es muy elevado.

Ayer un Juez federal negó en primera instancia una suspensión de amparo a la empresa Desarrolladora Trinity, pero el caso está lejos de resolverse en el fondo.

Un escenario que se abre es que Ugo continúe con los trabajos de demolición, pero dentro de unos meses el Poder Judicial de la Federación podría concederle el amparo a Tanarah y ordenar a Ugo dejar las cosas como estaban antes.

Es decir: que reconstruya los metros demolidos de este edificio.

En los últimos días el que está levantando el avispero en los círculos políticos de Nuevo León y sobre todo en el PRI es Álvaro Ibarra.

El secretario general de Gobierno ha acudido -en representación de su jefe Rodrigo Medina- a eventos que tradicionalmente no son desairados por el gobernador en turno por el lucimiento que implican.

El pasado viernes Ibarra encabezó las actividades del Día del Ganadero organizadas por la priista Unión Ganadera Regional de Nuevo León, que preside Arturo de la Garza.

Con el inicio de la demolición de la Torre Tanarah el alcalde Ugo Ruiz parece que va en serio en su batalla contra los desarrollos ilegales de San Pedro.

Tan en serio que Ugo sabe que su campaña implicará consecuencias y seguramente enfrentará en un futuro denuncias por daños y perjuicios no solamente por los dueños de la Torre Tanarah.

Es por eso que el edil sampetrino ya contrató una póliza de un seguro para que lo proteja en caso de que en unos años un juez le ordene pagar una indemnización a los desarrollos afectados en su administración.

Hay quien dice que para evitar duplicar el esfuerzo ciudadano con dos organizaciones con algunos integrantes comunes y mismos objetivos electorales, como Rescatemos Nuevo León y Vía Ciudadana, todo se reduce al diálogo y acuerdo entre dos personas.

Se trata de Miguel Treviño, por un lado, y de Fernando Turner, por el otro.

Pero aparentemente hay un asunto que es irreconciliable, a menos que uno de los dos tenga la voluntad de ceder: la candidatura a la Gubernatura con la bandera ciudadana e independiente.

El fracaso de la Mesa de la Justicia de Desarrollo Urbano de San Pedro tiene varios culpables, quienes permitieron a los fraccionadores ‘nadar de muertito’ para terminar por estrangular la salida que el Municipio había dado a las irregularidades construidas en los edificios de los particulares.

Está claro que los dictámenes, los expedientes técnicos, fueron entregados a la Mesa por el despacho de abogados contratado y por la entonces secretaria de Desarrollo Sustentable.