Entre los candidatos de los distintos partidos políticos hay mucha ansiedad y hasta discusiones acaloradas por el uso del teléfono móvil con cámara el próximo domingo 1 de julio.
Y es que resulta que no existe ninguna prohibición de parte de las autoridades electorales para que los electores porten su teléfono cuando ingresen a la casilla.
Lo pueden llevar hasta la mampara donde sufragarán.
Una libertad habitual que nada tendría qué ver en un país donde el voto es secreto y una decisión estrictamente personal.
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