Pegasus, el programa que hoy está de moda por la denuncia que por espionaje hizo un grupo de activistas y periodistas, no es desconocido en Nuevo León.

El Gobierno de Nuevo León habría comprado este malware a una de las empresas filiales de la empresa israelí NSO Group para intervenir aparatos telefónicos.

¿Qué pasó ayer en el Penal del Topo Chico?

Hay varias versiones sin duda.

Está la del vocero de seguridad, Aldo Fasci, quien asegura (sin rubor ni pena ajena) que la protesta que encabezaron algunos internos luego del operativo de traslado de reos fue provocada por un rumor que alguien circuló de que el control del reclusorio lo iba a tomar un líder de la delincuencia organizada.

Mientras los diputados de Nuevo León mantienen en la congeladora la iniciativa para regular a los taxis Uber, mientras el narco infiltra la plataforma de taxis privados, en las calles de Monterrey se aplica la ley de la calle contra los choferes de esta empresa.

Este fin de semana se registraron varios casos de agresión en contra de vehículos Uber y choferes de esta plataforma por parte presuntamente de taxistas afines a la CTM.

¿Palacio de Gobierno “chamaqueó” a Marco González y a Arturo Salinas? ¿En serio no vieron venir la jugada? ¿O simplemente la dejaron pasar? ¿Los alcaldes priistas sabían de la trampa?

En la política no hay casualidades y que en estos momentos la Diputación Permanente esté presidida –por la ausencia de Andrés Cantú, quien anda de viaje en representación del Congreso con el gobernador Jaime Rodríguez- por el diputado tricolor Adrián de la Garza levanta muchas suspicacias en el medio legislativo.

No hace mucho tiempo la delincuencia organizada no necesitaba camuflajear sus vehículos con placas foráneas porque había conseguido infiltrar el Instituto de Control Vehicular.

Licencias, tarjetas de circulación y placas expedidas por el ICV estaban a disposición de los cárteles para poder moverse tranquilamente por la ciudad.

La administración estatal tiene un punto cuando asegura que los vehículos con placas foráneas que circulan en Nuevo León generan un problema de seguridad en la entidad.