Donde se está alborotando el gallinero es en la UANL.

Resulta que por órdenes del rector Rogelio “El Ranchero” Garza, la contraloría inició una revisión para verificar si profesores de prepas y facultades cumplen con sus turnos laborales por los que se le paga.

“Foul” gritaron ayer algunos priistas con la propuesta de conformar una mesa colegiada que tome las decisiones en el PRI de Nuevo León.

En primer lugar los tricolores preguntan quién decidirá a los integrantes que conformen este consejo consultivo que será asesor del presidente del PRI, César Cavazos.

En dos semanas el dirigente nacional de PRI, Enrique Ochoa Reza, realizaría una visita a Nuevo León.

A diferencia de las dos veces anteriores que ha venido al estado ya como líder tricolor, esta vez Ochoa Reza sí contempla reunirse con la clase priista del estado.

El dirigente estatal del PRI, César Cavazos, está a cargo de la visita del máximo jerarca priista, junto con la secretaria general del partido, María de Jesús Aguirre.

No sólo se trata de la coordinación del PRI en el Congreso del Estado. Tampoco de un castigo a Marco González por haber impulsado el rechazo de las cuentas públicas del exgobernador Rodrigo Medina.

La guerra que se libra en el PRI de Nuevo León es parte de la batalla que protagonizan dos bandos de priistas por el control del partido tricolor.

Por un lado está el grupo encabezado por los alcaldes Francisco Cienfuegos y Adrián de la Garza, identificados con el exgobernador Rodrigo Medina.

En el PRI de Nuevo León todos han perdido por la pugna que se desató por la coordinación de la bancada priista en el Congreso estatal.

Marco González, que anoche se acordó en el CEN tricolor su salida de la coordinación en los próximos días, quedará debilitado frente a sus compañeros legisladores.

También pierde César Cavazos, dirigente estatal del PRI, que no pudo evitar que un tema tan menor como era el relevo del coordinador de bancada tuviera que trasladarse hasta las oficinas del CEN en la Ciudad de México.