¿Acudirá o no el exgobernador Rodrigo Medina hoy a la comparecencia en Nuevo León?

Era la gran pregunta que se hacían anoche tanto en el gobierno de Jaime Rodríguez como entre los priistas del Estado y antiguos colaboradores del exmandatario.

La defensa legal de Medina –una vez más –solicitó un amparo para evitar acudir hoy a los tribunales del Estado alegando vicios en el proceso.

Hasta el cierre de esta columna se desconocía si el Juez Segundo de Distrito en Materia Penal del Estado había concedido la suspensión a Medina para que no acudiera hoy a su citación.

El conflicto entre el Municipio de Escobedo y la CTM de Nuevo León por los cobros a los mercados populares ha permitido conocer algunos de los lujos que gozan líderes de la central obrera.

En redes sociales circulan fotos de los dirigentes cetemistas montados sobre motocicletas Harley Davidson, que tienen fama de ser muy caras.

Entre los líderes exhibidos está Álvaro Flores, sobrino de Ismael Flores, dirigente estatal de la CTM de Nuevo León.

Flores aparece presumiendo una Electra Glide Ultra Classic, que tiene un valor de medio millón de pesos nueva.

La ausencia de un nombre en la investigación que comenzó el gobierno de Jaime Rodríguez en contra de exfuncionarios de la pasada administración ha comenzado a levantar algo de ámpula entre los mismos priistas implicados.

Se trata de Federico Vargas, actual diputado federal del PRI.

Quizás porque tenga fuero constitucional, pero resulta extraño que un exfuncionario que tuvo tanto que ver en el tema de los incentivos a la planta de Kia no haya sido mencionado en lo absoluto en la investigación.

El conflicto entre Abel Guerra e Ismael Flores, derivado del cobro a los mercados que está realizando el municipio de Escobedo directamente, se extiende al Congreso del Estado.

Nos aseguran que la reestructuración de deuda que pretende hacer la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, será rechazada por los diputados del PRI afines a la CTM.

Vaya problema el que se le presenta a Marco González, coordinador de los diputados locales del PRI.

Muy molesto salió ayer Javier Flores, abogado de Rodrigo Medina, de los juzgados federales, tras recibir la noticia de que el juez federal negaba la suspensión definitiva.

No era para menos.

La suspensión definitiva –si se hubiera concedido- habría permitido posponer hasta casi un año la comparecencia del exgobernador en los tribunales.

Entre hoy y mañana se espera que la Fiscalía Anticorrupción del Estado solicite al Juez de Control una nueva cita para el exmandatario.