En la conferencia de prensa posterior al juego ante los Jets, el coach Bruce Arians aún se mostraba enfadado pese al triunfo de Tampa Bay por el escándalo, uno más, de Antonio Brown. La respuesta fue
tajante: “Ya no forma más parte del equipo. ¿Entendido? Ese es el final de la historia. Hablemos de los muchachos que salieron al campo y ganaron el partido”.
Y la declaración vino acompañada de acciones. La imagen del receptor afuera del estadio de los New York Jets esperando por un taxi se viralizó y es más que elocuente: la NFL se cansó de “AB”,
uno de los jugadores más brillantes en años recientes, pero quien en los últimos años ha protagonizado peleas con compañeros, directivos, e incluso fue acusado de agresión sexual y suspendido por entregar un certificado falso de vacunación.
Brown sólo ha jugado 16 partidos en las últimas tres temporadas y ha pasado por el mismo número de equipos de 2019 a 2022: Raiders, Patriots y, hasta el domingo pasado, los Buccaneers. La gota que derramó el vaso, ahora con los campeones de la NFL, ocurrió en el que era su segundo juego tras afrontar una suspensión de tres partidos por mentir sobre su vacunación.
Tampa Bay perdía 24-10 en el tercer cuarto ante los Jets. Era
un resultado sorpresivo, sin duda, y de repente Brown, quien charlaba con su compañero Mike Evans comenzó a quitarse el jersey y las hombreras ante la incredulidad de todos en el MetLife Stadium y se enfiló hacia los vestidores sonriendo y saludando a la afición. Las críticas hacia su comportamiento no se han hecho esperar, pero hay quienes ven estas acciones irracionales como señales de alerta. Uno de ellos es Tom Brady, quien coincidió con Brown en New England y ahora con los Buccaneers.
“Todos deberíamos hacer lo posible por ayudarlo de la forma que realmente necesita. Todos lo queremos. Nos preocupamos por él profundamente. Queremos verlo en su mejor nivel. Desafortunadamente, no será con nuestro equipo… Pienso que todos deberían ser empáticos y tener compasión sobre algunas situaciones difíciles que están sucediendo”.
Pero fue el receptor Daurice Fountain de la escuadra de prácticas de los Kansas City Chiefs, quien dejó entrever que este comportamiento podría deberse a un desorden mental, en específico a la encefalopatía crónica traumática (CTE, por sus siglas en inglés).
“Para toda la gente que se burla de la situación de “AB”… las enfermedades mentales y el CTE son reales y, desafortunadamente, es una realidad para muchos de nosotros en este negocio. En lugar de burlarse de él, vamos a encontrar una manera de darle la ayuda que necesita”, escribió el jugador en su cuenta de Twitter.
En enero de 2020, Colin Dunlap, locutor de un programa de radio de Pittsburgh, opinó sobre la que, en aquel entonces, era la última “locura” de Brown, quien fue acusado de robo de un camión que había contratado para una mudanza, por lo que se entregó a la policía de Florida. Dijo que “creía firmemente” que el golpe que recibió Antonio por parte de Vontaze Burfict en enero de 2016 lo cambió por completo.
“Creo que el punto de partida para mí es ese Juego de Comodines de la AFC (9 de enero). Creo que es eso, y creo que su cabeza está desordenada por el futbol”, dijo Dunlap. Brown no volvió a jugar esa temporada, pues los Steelers perdieron el Juego Divisional ante Denver.
Sin embargo, para 2016, “AB” volvió al emparrillado y tanto en esa campaña como en 2017 y 2018 tuvo más de 100 recepciones y se erigió como uno de los mejores receptores y jugadores de la Liga.
Pero fue a finales de 2018 cuando comenzaron los problemas. Tras una pelea con Ben Roethlisberger, el jugador se negó a seguir en Pittsburgh y, luego llegó a Raiders donde fue dado de baja cuando iba a iniciar la temporada 2019. Entonces, fue tomado por los Patriots y por las acusaciones de agresión sexual sólo estuvo 11 días en el equipo.
Para noviembre de 2019, Brown escribió en su cuenta de Twitter: “Imaginen ajustarse a un sistema y dar el 100 por ciento para que te traten así, ¡es injusto! Hacen dinero con mi sudor y sangre, jódete NFL. Nunca jugaré en esa mierda que trata a la gente negra peor Limpia mi nombre y vete a la chin#@”. Sin embargo volvió con Tampa Bay, pero ya quedó fuera.
Ahora, parece que Brown ya no tendrá otra oportunidad de jugar. Quizás sea lo mejor.