La única buena situación que les dejó a los Bengalíes de Cincinnati haber tenido la peor marca de 2019 fue haber tenido la primera selección del pasado Draft, donde obtuvieron al ganador del premio Heisman de la NCAA, Joe Burrow.
Ante el fracaso de Andy Dalton como quarterback de los Bengalíes, el equipo ahora apuesta por el joven de la Universidad de LSU, quien será el encargado de impulsar una nueva era en un equipo que tiene casi 30 años sin ganar un juego de Playoffs.
Luego de haber sido de las peores defensivas del año pasado, de hecho fueron los más malos para detener a las ofensivas rivales por tierra, los Bengalíes contrataron a varios jugadores experimentados como Von Bell, Trae Waynes y Josh Bynes para buscar mejora en un aspecto tan importante como la retaguardia.
La mala noticia para los seguidores en Cincinnati es que su división es muy compleja con los Cuervos en gran momento, Pittsburgh y su peso histórico y unos Browns de Cleveland que se han levantado para heredar el sótano del Norte a los Bengalíes, por lo que la combinación de un mariscal novato, una defensa no tan sólida y los rivales de sector auguran una temporada dolorosa para el equipo naranja y negro.
