Con una modesta plantilla por la que nadie daba un peso, a un juego de la victoria y con Cleveland Stadium en pie, están a un paso de ganar el campeonato.
No hablamos de la famosa cinta protagonizada por Charlie Sheen en la década de los 80, sino de la vida real, en la que Indios están cerca de obtener su primera Serie Mundial en 68 años, en caso de vencer a Cachorros de Chicago.
Aquella película de 1989 narra la historia de cómo la franquicia logró cambiar la mentalidad perdedora, situación parecida a la que hoy podría acontecer.
Si en el juego decisivo por el campeonato de división Cleveland derrotó a los Yanquis de Nueva York, en el largometraje dirigido por David Ward, este martes esperan hacer lo mismo ante los Cubs con una recompensa aún mayor.
En 1989, las salas cinematográficas estrenaron una cinta en la que Rachel Phelps, una antigua bailarina exótica, enviuda del dueño de los Indios en el panorama ficticio.
Tras la muerte de su esposo, Phelps hereda a un equipo de beisbol sumido en una crisis de resultados y con el deseo, por parte de la nueva propietaria, de mudarlo a Miami para vivir en un clima más cálido.
En la vida real, Cleveland volvió al protagonismo de la mano de Terry Francona, quien arribó a la temporada en 2013 tras una carrera exitosa con las Medias Rojas de Boston, con grandes esperanzas de volver a disputar una postemporada.
Las maquiavélicas intenciones de trasladar el equipo a Florida, en la película, son frenadas por un impedimento contractual, por lo que sólo una cláusula haría posible realizar la mudanza: la poca asistencia del fiel público de los Indians, lo que supone menos de 800 mil entradas durante la temporada.
La dueña Phelps diseña un plan para boicotear al equipo y lograr su propósito, por lo que contrata a los peores jugadores para ser la novena aún más perdedora de lo que era.
Entre ellos destacan el lanzador Ricky Vaughn (interpretado por Charlie Sheen), quien fue encarcelado; o Jake Taylor (estelarizado por Tom Berenger), un veterano catcher aquejado por las lesiones en su rodilla.
En la actual temporada, Cleveland presentó una modesta plantilla considerada como la quinta más baja de todas las Grandes Ligas, con un presupuesto que ronda los $83.7 millones de dólares.
La unión de los jugadores hizo la fuerza en las historias tanto del filme como la actual campaña 2016: mientras que Vaughn y demás peloteros lograron sacar el equipo a flote y darle protagonismo para echar abajo los planes de la dueña, el equipo de Francona dio un golpe sobre la mesa al clasificar a Playoffs como líder de la división central.
En el filme de 1989, el final fue haber derrotado a los “Mulos de Manhattan” en pleno Cleveland Stadium, garantizando una campaña exitosa y evitando con ello mudarse a Miami.
Esta temporada “La Tribu” dejó en el camino a equipos de tradición como Medias Rojas de Boston y Azulejos de Toronto para ganar el título de la Liga Americana y tener contra las cuerdas a Chicago en el Clásico de Otoño.
Josh Tomlin será el encargado de abrir por la novena de Francona, mientras que Corey Kluber subirá a la loma en caso de que haya séptimo partido.
De esta manera, Cleveland espera trascender y dar un paso importante hacia una página dorada más en la historia de la franquicia, pues su último campeonato fue en 1948, lo que significaría el tercer título.