Chiapaneco, americanista y amante del rugir de los motores, así se puede distinguir a Daniel Gutiérrez, joven mexicano que participa en carreras de automovilismo virtual y unos de los mejores exponentes de los Esports a nivel mundial.
Con 20 años de experiencia en los videojuegos de carreras, especialmente del título de Gran Turismo para Play Station, Daniel encontró una pasión que le funcionó para sustituir el sueño de ponerse detrás de un volante y correr a más de 300 kilómetros por hora, pero que no pudo ser por circunstancias económicas.
Pero, así como Adrián Fernández o Sergio Pérez han puesto en alto el nombre de México en los seriales más importantes del automovilismo internacional, Daniel ha hecho lo propio, como a finales del año pasado, cuando compitió en los Motorsport Games en Roma.
“Empecé a entrenar bastante, me la pasaba casi todos los días jugando, entrenando, compitiendo y así pude ir ganando palmarés y experiencia para representar al país, el año pasado, en Roma, en los primeros juegos olímpicos de los deportes de carreras, (quedé) en el lugar 28 general, con las miras de poder regresar este año y seguir manteniendo la competitividad”, explica Daniel Gutiérrez en entrevista con Reporte Índigo.
En esa participación en la capital italiana, el mexicano fue uno de los dos representantes del continente, junto a Bernal Valverde, un piloto de turismos y que forma parte de un equipo de Esports.
La competencia en Roma fue muy dura para el mexicano, pues debió verse las caras con el campeón italiano y otros que cuentan con experiencia de karting y autos fórmula en sus respectivos países, además de un corredor profesional de rally, al cual derrotó.
“El nivel fue muy alto, son equipos que les pagan por jugar, les pagan por entrenar y están metidos todo el día en el Play Station, uno como quiera mezclando el trabajo, la familia, se hace un cachito para estar, se hace lo que está en nuestras manos”, reconoce.
El trabajo mental es importante porque a veces te dan ganas de vengarte de las personas que te hacen daño y no es el chiste. El automovilismo es un deporte de no contacto y también se lleva a lo virtual
Preparación a fondo para Daniel Gutiérrez
Una de las situaciones más complejas que enfrentan quienes practican los Esports es revertir la fama negativa que durante mucho tiempo tuvieron los juegos de video, por lo que a quienes se dedican a esta nueva modalidad deportiva les cuesta trabajo conseguir apoyos y que la afición les dé su lugar.
Como parte de la profesionalización para cambiar la percepción pública, los gamers dedican bastante tiempo para practicar tanto en las consolas como físicamente, principalmente quienes compiten en automovilismo virtual, ya que el esfuerzo es notable en cada competencia.
“Lo más importante es no dejar de estar en competencia por mucho tiempo, cuando tengo en puerta un torneo grande, manejo en promedio entre dos y tres por año, siempre me meto a campeonatos chiquitos para poder foguearme, practicar mis rebases, mi conducta, mi manejo de estrés de carrera, si bien los campeonatos tienen determinado formato, siempre va haber algo que se salga del molde, por ejemplo a veces entro a campeonatos de resistencia, de estar una hora, dos horas atrás del volante y no es lo mismo a entrar a una carrera de cinco vueltas, los nervios, la atención, el manejo del estrés mental es muy diferente”, expresa.
Daniel Gutiérrez destaca que dentro de los Esports los de automovilismo son los más parecidos a su par en la realidad, ya que requieren de coordinación de manos, piernas, vista y controlar un volante, contrario a otros juegos de deportes que solo requieren de utilizar un control.
“El automovilismo digital es el deporte que más se asemeja a su variante real porque nosotros tenemos pedales, volante, los ojos en un camino, las manos sobre un auto y dependemos de todo lo que sentimos en nuestras manos para poder tomar decisiones en la pista. Creo que la diferencia contra un jugador de futbol digital, o de futbol americano, o de un soldado digital, es que aquí sí debemos tener una preparación física más fuerte porque involucramos todo, solo faltaría que te metas a sentir el viento”, señala.
