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¿Doping cerebral?

La UNESCO define al dopaje, como el uso por parte de un deportista de sustancias o métodos prohibidos para progresar en su entrenamiento y mejorar sus resultados deportivos.

Y reconoce que no solo puede darse por el consumo de estimulantes, hormonas, diuréticos o narcóticos, sino también por utilizar métodos prohibidos, como transfusiones de sangre o dopaje genético.

La UNESCO define al dopaje, como el uso por parte de un deportista de sustancias o métodos prohibidos para progresar en su entrenamiento y mejorar sus resultados deportivos.

Y reconoce que no solo puede darse por el consumo de estimulantes, hormonas, diuréticos o narcóticos, sino también por utilizar métodos prohibidos, como transfusiones de sangre o dopaje genético.

Si bien no está prohibido, existe un nuevo método de trabajo que promete mejorar el rendimiento de los deportistas, algunos incluso de los que estarán presentes en los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero podría estar en esa delgada línea entre lo permitido y lo vetado.

Se trata de una preparación a base de neurotecnología, donde se estimula las neuronas cerebrales con descargas eléctricas para mejorar el rendimiento de los atletas.

Esta nueva forma de preparación o de complemento a los entrenamientos ha ido en aumento en Estados Unidos, y se espera que en un futuro no muy lejano pueda ser adoptada por atletas de otras nacionalidades.

Antecedentes militares

Por medio de diademas similares a los de los audífonos tradicionales, se emplea esta técnica llamada Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS).

Según publica el diario español El Mundo, el ejército de Estados Unidos ya ha utilizado esta técnica con el fin de que sus soldados mejoren la capacidad de atención para disparar a sus objetivos.

¿Cómo funciona?

Las diademas o cascos cuentan con diodos por donde se aplican descargas eléctricas a la cabeza del deportista. Esto se hace mientras el atleta está entrenando y sirven para estimular su corteza cerebral.

¿Quiénes lo usan?

MJ Performance asegura que entre sus clientes se encuentran el Manchester United, de la Liga Premier, los Patriotas, Broncos de Denver, Osos de Chicago, Cuervos de Baltimore, Texanos de Houston y los Vaqueros de Dallas.

¿Puede ser un dopaje?

La Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) no puede catalogar esta preparación como un dopaje, pero quizá sea analizado más a conciencia en los próximos años.

Y es que hay elementos que podrían despertar las dudas de la WADA, el principal de ellos es que para valorar una sustancia o método como ilegal se toma en cuenta si mejora el rendimiento de los deportistas.

Según reporta el propio sitio de Halo Neuro, que distribuye el Halo Sport, que es el gadget que realiza este procedimiento, el uso de este dispositivo mejora artificialmente el rendimiento deportivo.

La tDCS también ayudaría a prolongar el esfuerzo físico, inhibiendo la señal de fatiga que los músculos envían al cerebro. Este mismo procedimiento se conseguía con pastillas de fentanilo, un opiáceo más potente que la morfina.

El uso de Halo Sport, que no deja ningún rastro en el cerebro, no se puede detectar con los medios científicos actualmente conocidos. Lo mismo que sucedía con la EPO en el año 2000, que era usada pero no detectada.

El creador

Michael Johnson, oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Barcelona, Atlanta y Sydney y plusmarquista mundial de los 400 metros, fue quien inició con este procedimiento.

El atleta estadounidense fundó MJ Performance, un centro de preparación de Texas, donde los deportistas se entrenan con el Halo Sport.
 

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