Ser una persona de talla baja podría parecer un impedimento para destacar dentro del deporte, pero esa idea ha sido derrocada por atletas como ‘Ángel’ o Jesús Padilla, quienes forman parte de un sector social que en México enfrenta dificultades, discriminación y, principalmente, burlas por su condición física.
‘Ángel’ se ganaba la vida bailando en centros nocturnos, pero cuando el Consejo Mundial de Lucha Libre abrió la categoría de los microestrellas optó por cambiar hacia el deporte, donde se ha ganado un lugar junto a otros gladiadores de talla baja como ‘Microman’, ‘El Gallito’, ‘Pequeño Gran Átomo’, ‘Perico Zacarías’ o ‘Chumel’.
Y aunque las burlas son constantes por el público en las arenas, el luchador reconoce que ha aprendido a tomar cualquier palabra como parte del show, ya que su función como un personaje del cuadrilátero también es provocar a los espectadores.
“Cuando me gritan no me ofendo porque se puede decir que es lo que le da vida a mi trabajo, como luchador tienes que aprender a hacer enojar y complacer al espectador al mismo tiempo, porque los gritos son el ingrediente perfecto en la lucha libre, el momento exacto en que sabes que estás haciendo tu trabajo bien sin importar qué te estén diciendo y eso te lo va enseñando este deporte, que debes aprender a lidiar con esa picardía”, explica el gladiador en entrevista con Reporte Índigo.
La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2017 señala que las personas de talla baja ocupan el lugar 11 de los 41 grupos que enfrentan más situaciones discriminatorias en la capital del país, con 2.1% de menciones. De hecho, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la CDMX (Copred), refirió que las burlas, insultos y agresiones son los factores en contra de este sector.
Sin embargo, para ‘Ángel’ su estatura ha sido un aliado para triunfar primero como bailarín y ahora dentro de uno de los deportes más populares en México, donde se ha colocado como uno de los favoritos de la afición.
“Si me hubieran dicho nueve meses atrás que hoy iba a ser parte de este hermoso deporte les diría que estaban bromeando, ya que mi acercamiento con la lucha fue diferente porque yo antes me dedicaba a bailar en centros nocturnos, a los que se les llama ‘gogos’, y un día una persona me dijo que yo tenía la imagen y que podría ser luchador, y así fue como entré, pero tuve que entrenar más duro porque yo no sabía nada, empecé de cero”, reconoce.
El mejor en su especialidad
Para la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la discriminación a las personas de talla baja se manifiesta en exclusión social, cultural, laboral, escolar y, sobre todo, derecho a la accesibilidad, ya que las barreras físicas de la infraestructura son inadecuadas para que realicen sus actividades diarias.
Esta situación se vive también en el plano deportivo, debido a que la mayoría de las instalaciones y disciplinas están diseñadas para el promedio de estatura de la población, pero esto no fue barrera para Jesús Padilla, quien es el campeón nacional de lanzamiento de bala paralímpico, quien reconoce que sus entrenadores han sido su apoyo, ya que no hacen distinciones con él para exigirle el máximo esfuerzo.
“La verdad es que no he tenido trabas en este deporte, al contrario, la gente y los entrenadores que tengo me apoyan mucho, confían mucho en personas como nosotros y nos dan mucha confianza para seguir cumpliendo nuestros objetivos y estar en constante entrenamiento para mejorar nuestro rendimiento”, dice.
Aunque siempre tuvo al deporte presente en su vida, Padilla se sincera y recuerda que practicó desde futbol, artes marciales mixtas y karate por diversión, además de su trabajo en una oficina, hasta que el disco y la bala se le convirtieron en un sano vicio.
“El año pasado gané medalla de oro en lanzamiento de bala en las Paralimpiadas nacionales, pero si soy sincero este deporte no me interesaba, porque no me llamaba la atención, hasta que lo practiqué y supe que este deporte te ayuda mucho como pequeño, debido a los movimientos que debes realizar y al entrenamiento adaptado que tienes.
“Por las mañana trabajo con un licenciado y por las tardes entreno, pero ahora sí que no hay descanso en esto, te tienes que dedicar a esto mucho tiempo para conseguir buenos resultados y eso hago yo, que entreno de lunes a domingo,”, explica.
La CNDH indica que en México viven 11 mil personas de talla baja, a quienes se debe visibilizar con un registro oficial e impulsar políticas públicas que ayuden a combatir la discriminación contra ellos y a brindarles mayores oportunidades para desarrollarse, entre ellas el deporte como ocurre con ‘Ángel’ y Jesús.
Fecha para conmemorar
Cada 25 de octubre, se lleva a cabo el Día Internacional de las Personas de Talla Baja, un ejemplo que han tomado en otros países a raíz de la iniciativa del Consejo Nacional de Gente Pequeña en México y otras organizaciones que apoyan a este sector.
El 23 de octubre de 2014, el Congreso de la Unión determinó el 25 de ese mes como la fecha, en honor al actor estadounidense Billy Barty, uno de los primeros que luchó por los derechos de las personas de talla baja.
Desde entonces, cada conmemoración las personas de talla baja piden mayores oportunidades y menos discriminación.
Deben proteger su integridad
Ahora que las personas de talla baja se han involucrado más en el ámbito deportivo, Patricia Olivares, responsable de Comunicación del Consejo Nacional de Gente Pequeña, asegura que para que el deporte siga como una opción para ellos, deben realizar un entrenamiento adecuado que cuide su integridad física, ya que en el futuro, por su condición, pueden tener afectaciones severas.
Olivares explica que debido a que cada persona pequeña es diferente, lo primero que se tiene que hacer es un diagnóstico detallado de la persona para determinar qué tipo de alteración tiene, ya que en México se estima que hay más de 200 tipos diferentes, pero el más común es la Acondroplosia.
“La informalidad también de ciertos trabajos es riesgoso en personas así, porque está bien que los traten de una manera igual que los demás porque lo son, pero deben tener un entrenamiento adecuado porque más adelante puede haber afectaciones y lo hemos visto en testimonios que después por llevar un entrenamiento tan pesado para su cuerpo no pueden caminar o usan una andadera para avanzar, entonces lo más recomendable es que tengan un entrenamiento adecuado y su diagnóstico”, explica la especialista en entrevista.
El Gobierno de la República reconoce que la apariencia de las personas de talla baja se debe a una mutación en el gen FGFR3 que afecta una proteína relacionada con el control de los procesos de crecimiento de las células cartilaginosas.
“En México no hay mucha investigación respecto este tema, de hecho sólo cuando vemos a una persona así le decimos enano y ya, pero se tiene que diagnosticar bien, algo que no se hace mucho y todo lo dejamos en un sólo termino que no está bien, porque todos son diferentes y se calcula que hasta el momento hay 250 tipos de enanismo, donde el más común es la Acondroplosia, que es la persona a la que llaman ‘el clásico enano’”, indica.
Según la CNDH, el término enanismo es médicamente aceptado, pero no para referirse a las personas que lo padecen, ya que es utilizado de forma despectiva para discriminarles y burlarse, por lo que se pide el uso de gente pequeña o de talla baja y se considera a quienes a los 25 años no alcanza más de 1.30 metros de estatura.