Una irremediable obsesión es la que vive China con el futbol. El Gigante Asiático ha dejado de lado las contrataciones de jugadores de renombre como Carlos Tevez, Gervinho u Oscar, para invertir en un proyecto más ambicioso, su propia fábrica de cracks, ubicada en Brasil.
Es en Porto Feliz, en el interior de Sao Paulo, donde el Shandong Luneng, equipo que cada vez toma fuerza en la Super Liga, tiene un laboratorio de piernas para pulir a sus jóvenes promesas, es allí donde jóvenes de 16 a 20 años son entrenados para que en un futuro se conviertan en estrellas no sólo de su club de origen, sino también en nacionales.
En 2014 el equipo del Monte decidió invertir en dicho proyecto, comprando con 30 millones de dólares (540 millones de pesos) al Desportivo Brasil, una de las filiales de Sao Paulo y donde de los 190 jugadores que tienen las categorías inferiores 130 son de nacionalidad china.
“Es una oportunidad que muy pocos llegan a tener. Mi sueño es ir a Europa y jugar en las mejores ligas, pero debo de mejorar mucho mi futbol para lograr mi sueño”, aclara Liu Chao Yang, comúnmente conocido en la academia como ‘Vintinho’, apodo ‘brasileño’ que le dieron para adaptarlo a la cultura local.
Pero la ambición del Shandong Luneng va más allá de ser un referente de grandes estrellas en su país, su objetivo principal: ser la base de la Selección Nacional China en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el Mundial de Qatar 2022.
“El intercambio es algo ambicioso. Este es el grupo que el gobierno chino entiende que será la base de la selección para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el Mundial 2022. Nuestra responsabilidad es grande”, explica Rodrigo Pignataro, coordinador técnico del club en una entrevista a medios locales.
Actualmente China ocupa el lugar 60 en el ranking de la FIFA, además de que no pudieron clasificar al Mundial de Rusia 2018, por lo que los resultados de este proyecto esperan que se refleje primero en competencias continentales para después probar suerte mundialmente.
Ya tienen resultados
Luego de los primeros tres años invertidos en este proyecto, el Shandong Luneng ya vio reflejados sus primeros resultados participando en varias copas inferiores en Brasil y en China con una base de jugadores asiáticos con el Desportivo, además de que ya tienen a un jugador en el primer equipo del Sao Paulo.
Las categorías Sub 17 y Sub 20 son las primeras que han disputado las Copas Weifang y Sao Paulo, donde su alineación titular destacó por tener al menos cinco jugadores chinos.
Pero el equipo Sub 20 es hasta el momento el más sobresaliente, ya que en el torneo Weifang jugaron contra equipos de la misma categoría del Real Madrid, Benfica y Wolfsburg y llegaron a la final donde fueron derrotados por su similar del Botafogo el año pasado.
Dentro de esta misma categoría su jugador mejor valorado fue el mediocampista, Zhang Yuanshu, quien llama la atención por su velocidad y manejo de la pelota en jugadas de peligro, por tal motivo el primer equipo del Sao Paulo le dio uno oportunidad de jugar con ellos.
Los lujos llegan desde las inferiores
Cada temporada el Shandong Luneng destina ocho millones de dólares (144 millones de pesos) a este proyecto en Brasil, que son distribuidos para pagarles a algunos jugadores, pero sobre todo está invertido en las instalaciones que tiene el Desportivo.
El club cuenta con una ampliación de 165 mil metros cuadrados donde albergan cinco campos de futbol profesionales y dos canchas para entrenamientos específicos que llegan a requerir los diferentes equipos. Además de que dichos terrenos de juego son de pasto artificial de alta calidad.
Dentro del mismo complejo deportivo se encuentran habitaciones, salas de juego, gimnasio, televisión, conexión a internet, una destacada piscina climatizada y una unidad de crioterapia, es decir, tratamientos con hielo. Por otro lado, existe un auditorio y salas de estudio.