Con los rostros caídos, de preocupación más que de felicidad es como miles de aficionados terminaron tras la derrota de México ante Suecia.
La alegría jamás apareció en el Ángel de la Independencia y justo cuando trataba de asomarse con alguna llegada del Tri al arco rival se ahogaba lentamente en la desilusión de una falla más de la ofensiva nacional.
“¿!Por qué no la pasaste!? Tenías libre al Chucky” gritaban algunos.
Los goles llegaron, pero en contra, el nerviosismo se hacía presente y el partido que estaba en pantallas gigantes pasó a segundo plano, pues la afición mexicana estaba más atenta a sus celulares observando el partido que nos daría el pase a Octavos de Final, Alemania vs Corea del Sur.
Los festejos, aunque fueron pocos, llegaron, pero gracias a Corea, que casi al final del partido anotó dos goles que se convirtieron en la felicidad de México, pues la victoria coreana le regalaba el pase a México.