Después de 20 años la realeza francesa recuperó la corona de Campeón del Mundo. Francia cumplió con los pronósticos a su favor, y pese a que las dificultades se hicieron presentes en la Final del Mundial de Rusia, venció 4-2 a Croacia, que acabó de la peor manera su ‘sueño de cenicienta’ en este torneo.
Francia se proclamó campeona por segunda ocasión tras hacerlo como anfitriona hace 20 años, cuando venció a Brasil con una gran actuación de Zinedine Zidane.
El capitán de aquella selección fue Didier Deschamps, el actual entrenador. Deschamps logró convertirse en el tercer hombre en ganar la copa como jugador y técnico, emulando al brasileño Mario Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer.
Ambos equipos llegaron como invictos a la última instancia, pero fueron los franceses los que hicieron válida esa posición, pues desde el comienzo tomó la iniciativa para abrir el marcador en el partido con la ayuda de la falta de atención de la zaga rival.
Fue a los 17 minutos de tiempo corrido que un error de Croacia comenzó la sentencia de la derrota para ellos, pues luego de un centro que Antoine Griezmann puso en el corazón del área, Mario Mandzukic intentó sacar con un remate de cabeza el balón, pero lo terminó mandando a su misma portería, que significó el 1-0 en contra.
Pese a la adversidad que tenían en la cancha los croatas jamás bajaron los brazos, y 10 minutos después encontraron el empate en el cotejo. Tras una serie de rebotes en el área rival, Ivan Perisic encontró un hueco y sacó un potente disparo para poner el 1-1en el tablero que le devolvía la vida a su país.
Pero esas esperanzas terminaron en el minuto 37, cuando el VAR hizo su aparición, y tras revisar una jugada se les marcó un penal en contra, mismo que Griezmann hizo efectivo para poner el 2-1 provisional.
En el segundo tiempo Croacia intentó recomponer el camino, pero el cansancio se apoderó de sus piernas y poco pudo hacer para rescatar el marcador.
Paul Pogba al 59’ y Kylian Mbappé al 65’ sentenciaron el encuentro para que su país comenzara acariciar el trofeo de campeón desde entonces, al poner el marcador 4-1 a su favor, pero antes de que terminara el partido Mandzukic remedió su error y anotó el 4-2 definitivo que de poco ayudó para revertir el tablero.
Francia supo regular el resto del trámite para coronarse tras el sinsabor de perder la final de 2006 ante Italia, definida por penales y recordada más por la expulsión de Zidane tras darle un cabezazo a Marco Materazzi.
Ordenada, pragmática y, sobre todo, depredadora, Francia fue justa campeona con una talentosa generación de futbolistas — un plantel tasado sobre los mil millones de dólares.
Croacia venía de remontar en sus tres partidos de la fase de eliminación directa, jugando alargues en todos e imponiéndose por penales en los primeros dos. Pero toda la calidad creativa de Modric y Rakitic pudo con la potencia francesa.
Fue el resultado previsible e inevitable para un Mundial que sin embargo se había caracterizado todo el último mes por los inesperados fiascos de las grandes potencias como Alemania, Argentina y España.
