Fuego en el brazo

Para Rafael Díaz, relevista de los Generales de Durango, su sueño de niño era ser bombero, pero una vez que probó la adrenalina del deporte no pudo dejarlo y forjó una carrera que suma casi 30 años como profesional
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
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Ser bombero es un sueño para muchos niños. Rafael Díaz, pitcher de los Generales de Durango, lo pensó también en su momento, hasta que la vida lo llevó a convertirse en un ‘lanzallamas’ de los montículos, dejando atrás la idea que desde la humildad de su natal Ciudad Juárez, Chihuahua, lo veía como un héroe comunitario.

Aunque el objetivo estaba muy claro para Rafael, pues como relata, “yo no tenía otros planes en la preparatoria, yo iba ser bombero y mi familia lo sabía”, su opinión cambió cuando recibió un contrato para ser jugador de beisbol, un deporte que apenas conocía, porque pocas veces lo había practicado con sus amigos.

“En un principio yo no sabía mucho de beisbol, me gustaba jugarlo con mis amigos y todo eso, pero si soy sincero, yo no tenía la mentalidad para ser profesional porque no sabía cómo se manejaba todo eso. Ya mi opinión cambió cuando estaba dentro y supe que sí tenía el talento para ser jugador y llegar a Grandes Ligas.

“Cuando veo mi contrato entendí mi realidad, que en ese momento estaba en Doble A (sucursales de Grandes Ligas) se me olvidó que quería ser bombero, porque yo aún tenía ese recuerdo, pero tuve que hacerlo a un lado y enfocarme de lleno en este deporte que me ha dado todo”, relata en entrevista con Reporte Indigo.

Ahora, Rafa Díaz, de 48 años y a punto de cumplir tres décadas de trayectoria, acepta que la decisión de dejar su sueño de infancia para dedicarse al beisbol profesional fue acertada, ya que pese a los sacrificios que hizo, se ha convertido en un jugador referente, vigente a pesar de que se enfrenta a una generación que mayormente no había nacido cuando él debutó.

“Salí muy humilde de Ciudad Juárez y muy joven, y después de muchos años ya puedo ver los resultados de esa decisión que tomé alguna vez. Son muchos años de sacrificio, de estar lejos de casa, pero gracias a Dios me he mantenido con salud y talento para seguir en este deporte, pese a que ya estoy muy mayor para algunos”, explica el pelotero, quien debutó primero en Estados Unidos en las sucursales de los Rojos de Cincinnati.

Mantenerse actualizado

Aunque el talento de Rafael Díaz ha sido fundamental para continuar su carrera profesional, el jugador experimentado menciona que uno de los factores que lo han ayudado a estar a nivel de las nuevas generaciones es su adaptación a la tecnología, al vivir muy de cerca los cambios en las formas de entrenar y jugar.

“La tecnología ha ayudado mucho, pero básicamente no cambias tu forma de juego, simplemente que la adaptas a las nuevas tendencias y agregas lo que crees que te puede servir, la preparación física ha evolucionado mucho, ahora ya no sólo es el gimnasio, ahora ya hay personas y programas que te ayudan a adaptar un entrenamiento para tu cuerpo, y eso te ayuda mucho para estar en competencia.

“Estar adaptado a las nuevas formas de entrenar ayuda bastante porque ahora ya no sólo juegas por tu talento, como pasaba antes, ahora si no fortaleces esas virtudes que tienes dentro del campo puedes perder en la competencia, entonces es importante estar bien preparado e informado”, dice.

Un posible retiro

Por el momento, Díaz no quiere ponerle fecha a un ‘retiro cercano’. Luego de haber defendido a cinco equipos en LMB, una experiencia en Japón, representar a México en el Clásico Mundial y haber probado suerte en las Menores de EU, Rafa evaluará cada aparición y cuando considere ya no ser útil para su equipo dirá adiós.

“Trataré de seguir mi carrera una temporada más, pero si yo veo que ya mi cuerpo a final de temporada no lo puedo hacer competir contra jugadores más jóvenes entonces yo mismo tomaré esa decisión de retirarme”, asegura.

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