El año 2050 es la meta que se fijó China para no sólo figurar en el futbol a nivel de selecciones, sino para conquistar la Copa del Mundo.
Y este objetivo es el que ocasiona que nombres como los de Carlos Tevez, Arda Turán y el del mexicano Héctor Herrera, entre muchos otros, suenen para emigrar a la Liga de futbol de aquel país.
Esta ambición por llenarse de buenos jugadores que ayuden a elevar el nivel de competenciade los clubes chinos y dejen algo de enseñanza a los futbolistas de aquel país, es lo que tiene preocupados a los conjuntos de todo el mundo.
En México ahora se escucha con fuerza que el seleccionado colombiano Dorlan Pabón, quien milita con los Rayados, podría dejar al equipo regio para ir a ganar millones de dólares.
Este mismo año el francés André-Pierre Gignac también fue tentado por los chinos, se habló de una cifra de 30 millones de dólares para que el delantero de Tigres se fuera a jugar a Asia, aunque finalmente el galo no aceptó la propuesta.
ANTECEDENTES
El primer precursor revolúcionario del futbol chino fue ni más ni menos que un viejo conocido de la afición mexicana: Bora Milutinovic.
El serbio clasificó a la nación de la “Gran Muralla” al único mundial que han disputado hasta ahora, el de Corea-Japón 2002.
Sin embargo, el futbol chino tuvo un estancamiento en la última década y lo que parecía un futuro prometedor a nivel selecciones tan sólo quedó en el intento, buscando ahora resurgir con una fuerte inyección al campeonato local, denominado como “Superliga China”.
“Mi consejo para el futbol chino lo he dicho: es incentivar a los jóvenes, lo que conseguimos fue porque teníamos una generación excepcional de jóvenes”, confesó Milutinovic a la agencia Xinhua en 2013.
Actualmente, la selección es dirigida por el italiano Marcello Lippi y en disputa por un lugar al Mundial de Rusia 2018, aunque se encuentra en el último sitio de su grupo y muy lejos de los puestos de clasificación.
LIGA DE MILLONES
La actual Superliga China nació en 2004 tras refundarse el campeonato local.
A lo largo de estos años ha tenido modificaciones y actualmente está conformada por 16 equipos, disputando un torneo a dos vueltas de marzo a noviembre, resultando campeón la escuadra que logre más puntos.
En 2013 estuvo involucrada en un escándalo de amaños de partidos, en la que 33 jugadores y dirigentes fueron sancionados, según reportó la BBC.
En el último lustro, los “fichajes bomba” de futbolistas de élite se han incrementado, entre los que destaca la contratación del argentino Ezequiel Lavezzi para el Hebei Fortune (cobra 15 millones de euros por temporada), el colombiano Jackson Martínez o el brasileño Paulinho, ambos adquiridos por el Guanghzou Evergrade.
El pase más caro de esta temporada 2016 fue del brasileño Alex Teixeira, cuyo traspaso fue de 54.5 millones de dólares proveniente del Shakhtar de Ucrania al Jiangsu.
De acuerdo con la BBC, la Liga gastó más de 350 millones de dólares en contrataciones para la temporada 2016, a la altura de los grandes de Europa.
PROYECTO DE ESTADO
El plan de China como potencia mundial en el futbol es impulsado por el presidente de la nación, Xi Jinping, gran aficionado al deporte del balompié.
En abril pasado, el gobierno presentó un plan de trabajo en el que se visualizan como campeones del orbe a nivel selección en 2050 y a más tardar de 2020, el mejor del continente asiático.
Para ello, en un principio se contemplan 70 mil canchas de futbol a través de 20 mil centros de entrenamiento, calculando que para el año 2030 haya una por cada 10 mil habitantes en el país.
Mientras, de manera científica, se trabaja con métodos para medir el rendimiento de los futbolistas.
“El futbol se convirtió en China en una política de Estado. China puede enviar un cohete a la Luna, pero está frustrada porque no le puede ganar a Tailandia en futbol”, manifestó Tom Byer a La Nación de Argentina, asesor de la UEFA.