¿Qué pasa, campeón?
El campeón del futbol mexicano continúa con resaca Navideña y le pesa su corona. Con tres derrotas consecutivas y misma cantidad de encuentros sin anotar, además de sumar cuatro puntos de 18 posibles, los Tigres de la UANL han firmado uno de los peores arranques de los equipos monarcas vigentes de los últimos torneos, con un millonaria plantilla y figuras cuyo aporte ha resultado en vano.
Juan Reyna Loa
El campeón del futbol mexicano continúa con resaca Navideña y le pesa su corona. Con tres derrotas consecutivas y misma cantidad de encuentros sin anotar, además de sumar cuatro puntos de 18 posibles, los Tigres de la UANL han firmado uno de los peores arranques de los equipos monarcas vigentes de los últimos torneos, con un millonaria plantilla y figuras cuyo aporte ha resultado en vano.
Desde el Apertura 2015, cuando Santos Laguna había ganado un torneo anterior y renunció Pedro Caixinha en la fecha 5 por malos resultados, desde entonces el “rey” vigente no tenía un andar tambaleante al comienzo de una temporada.
La derrota ante Pachuca por la mínima diferencia el pasado sábado, ha dejado mal parado al equipo de San Nicolás, que apenas hace dos semanas era comparado como el “Real Madrid de América Latina” tras la adquisición del chileno Eduardo Vargas y denominado por consulta Mitovsky como el “quinto grande” del futbol mexicano luego de un sondeo realizado después de la obtención de la quinta estrella en diciembre pasado.
Falta de variante
Si al técnico de la Selección Mexicana Juan Carlos Osorio se le crítica por su excesiva rotación de jugadores, Ricardo Ferretti es todo lo contrario.
Fiel a respetar las jerarquías de los futbolistas y reacio a sus ideales, ha sido la clave para tener el más reciente éxito de Tigres, pero también lo que lo ha llevado por momentos a deambular en periodos críticos, como el de ahora.
En cinco jornadas, Ferretti sólo ha modificado tres líneas del campo en la titularidad de un partido a otro, exceptuando la delantera, que se ha mantenida intacta con el francés André Pierre Gignac y el argentino Ismael Sosa, sin contar la fecha 1.
Los únicos movimientos trascendentales han sido la portería, ante las lesiones de Nahuel Guzmán y el suplente Enrique Palos; la posición de lateral por derecha, en la que Iván Estrada perdió la titularidad por Jesús Dueñas en la Jornada 3 y la incorporación de Lucas Zelarayán en el medio campo durante el arranque del presente Clausura 2017, a diferencia del certamen anterior en donde alternaba ser hombre de inicio o relevo.
De ahí en fuera, durante los partidos, los relevos durante el encuentro han sido de posición por posición, como en el pasado juego ante Tuzos, en donde echó mano del chileno Vargas en lugar de Sosa y del colombiano Luis Quiñones en sustitución de Jürgen Damm como volante por derecha.
En cuanto a la formación táctica y con un esquema base de 4 defensas, 4 mediocampistas y 2 delanteros, Ferretti muy pocas veces es improvisado, excepto en el duelo ante Toluca de la quinta semana, en donde terminó jugando con Gignac, Vargas y Sosa como tridente ofensivo, que poco pudo hacer para evitar la derrota.
Ante Pachuca, los Tigres ni siquiera inquietaron a su rival con alguna jugada asociada por el centro de alguna de las áreas y sus oportunidades más peligrosas fueron un disparo de media distancia de Gignac que dio en el travesaño y un tiro libre de Juninho que rechazó el arquero Óscar Pérez.
¿Y el francés?
Tal parece que el hipnotizador John Milton deberá trabajar de nuevo con Gignac.
El efecto de su terapia en el ariete galo tan sólo duró en la Liguilla, pues en la fase regular lleva 13 partidos sin anotar.
Desde la jornada 9 ante Puebla, cuando marcó de penal el 17 de septiembre del año pasado, Gignac no ha vuelto a perforar las redes enemigas en partidos de primera ronda.
La confianza en el exgoleador del Olympique de Marsella ha sido plena al grado de ser el único elemento en ofensiva que no ha salido de cambio en cinco partidos que ha jugado el presente torneo.
Los años pesan
En siete años y 14 torneos cortos de la presente época de Ricardo Ferretti en Tigres, hay tres ju gadores de su absoluta confianza e inamovibles: Jorge Torres Nilo, Juninho y Hugo Ayala.
Los tres han sido pilares fundamentales a nivel defensivo y en varias ocasiones han conseguido que el equipo sea el menos goleado del campeonato, pero sus distracciones por velocidad comienzan a ser más evidente de manera reciente.
Para muestra el gol recibido ante Pachuca, donde el lateral izquierdo Torres Nilo se desentiende de la jugada, pidiendo fuera de lugar para el uruguayo Jonathan Urretaviscaya, quien centró a placer para que rematara Franco Jara.
O el tanto recibido ante Jaguares en la jornada 4, en el que el delantero Luis Ángel Mendoza supera por velocidad a Juninho.
En la banca, el colombiano Francisco Meza y José “La Palmera” Rivas, aguardan su oportunidad por si el Tuca decide hacer cambios.
Descanso y adaptación
Aunque Tigres y América tuvieron poco tiempo de descanso para este torneo por haber jugado la Final en Navidad, a diferencia del resto de la Liga, físicamente los felinos lucen impecables.
Tigres descansó a sus estelares para la jornada 1, otorgándoles una semana más de recrso y los futbolistas lesionados que ha tenido no se debe a sobrecarga de partidos.
Calidad de sobra existe en el actual campeón. ¿Le alcanzará tras haber desperdiciado el primer tercio del torneo?