Su expectativa es muy alta, sin embargo, no está garantizada la gloria en el equipo más popular del futbol mexicano.
Alan Pulido carga a cuestas una losa tan pesada como los años que Chivas posee sin ser campeón, debido al historial negativo que han tenido los refuerzos “bombas” del Rebaño Sagrado en la era de Jorge Vergara, quienes en su mayoría han fracasado.
La época comienza justo cuando el empresario tapatío y su Grupo Omnilife toman las riendas del “redil” en el ya lejano año 2002.
Vergara y compañía prometieron hacer del Guadalajara el “mejor club del mundo” y sorprender al mercado nacional con la adquisición de al menos un refuerzo de cartel; eso sí, respetando la filosofía de la institución en sus casi 100 años de historia por aquel entonces: jugar con puros mexicanos.
Las contrataciones tardaron un año en llegar, pero Vergara prometió su cumplido al hacerse de los servicios de uno de los delanteros del momento: Juan Francisco Palencia.
“El Gatillero” había salido entre polémicas del Cruz Azul y arribó a Chivas para el Apertura 2003.
Palencia estuvo por espacio de dos años en la institución, donde sus goles contribuyeron a que el Guadalajara fuera protagonista y además regresar a disputar finales, como aquella pérdida contra Pumas en el Clausura 2004.
Paco se marchó del equipo al término del Clausura 2005, semestre donde figuró en el plantel que llegó a las Semifinales de la Copa Libertadores de América.
Por esos años, Chivas llevó también a sus filas a un jugador sensación: Adolfo Bautista. El famoso “Bofo” venía de hacer grandes torneos con Tecos, Morelia y Pachuca, donde se consagró campeón de Liga en el Apertura 2003, sin embargo, tuvo diferencias con la directiva hidalguense y Vergara lo adquirió para el Rebaño.
Bautista fue el refuerzo de lujo para el Clausura 2004, donde se alcanzó el subcampeonato y convirtió el gol del título en el Apertura 2006, cuando le ganaron la Final al Toluca.
Tras los éxitos de Palencia y “Bofo”, el presidente de Chivas prometía más refuerzos de cartel, pero con el paso de los años no terminaron por adaptarse o las indisciplinas los apartaron de la institución.
El primer fracaso fue para Jared Borgetti. El “Zorro del Desierto” militó en el Clausura 2009 y, para sorpresa, Borgetti perdió la titularidad en dicho torneo ante jóvenes como Omar Arellano y Javier “Chicharito” Hernández, quien comenzaba a despuntar.
Años después, para el Apertura 2012, arribarían al conjunto jalisciense dos experimentados del balompié nacional: Rafael Márquez Lugo y Luis Ernesto Pérez.
Surgido de Pumas, Márquez Lugo se había afianzado como goleador en clubes como Morelia o
Atlante (con breve paso en América durante 2008). Sin embargo, las lesiones no dejaron en paz al jugador, quien tras dos años en la institución optó por el retiro.
El caso de “Lucho” fue un fiasco, pues de llegar como símbolo del Monterrey, en Chivas simplemente pasó sin pena ni gloria, jugando sólo 25 partidos y saliendo en 2013 del equipo con destino a Querétaro.
Otro futbolista quien llegó de la “Sultana del Norte” fue el regio Aldo de Nigris, quien arribó para el Apertura 2013 luego de haber rendido frutos en el Monterrey, donde obtuvo dos campeonatos de Liga y tres de Concacaf.
El paso de Aldo por Chivas fue pobre debido a las lesiones y sólo sumó 12 anotaciones en encuentros oficiales, regresando al Monterrey, quien lo recompró en 2015.
Novela de ‘pleito’
Pero sin duda, quien más tormentos ha dado a lo largo de su estadía en el Rebaño ha sido Ángel Reyna.
Quien fuera joya del América en los inicios de su carrera, llegó al Guadalajara para el Apertura 2014 a manera de revancha deportiva hacia el club que lo vio nacer.
En Chivas se le otorgó el número “10” y aunque pronto se vieron destellos de su calidad, su rendimiento bajó abruptamente, aunado a los malos resultados del Guadalajara que comenzaron a partir de dicho certamen.
La llegada del entrenador José Manuel de la Torre, a mediados del campeonato de Apertura 2014, trajo consigo un choque de personalidad con Reyna, terminando por relegar al jugador.
A la salida del “Chepo”, Reyna no mejoró su relación con la plantilla, por lo que fue separado del equipo a comienzos del Apertura 2015 y tampoco registrado en el Clausura 2016 por alegar falta de compromiso. La “bomba” de Reyna estalló para mal en Verde Valle.
El presente
Isaac Brizuela, Juan José Vázquez y Carlos “Gullit” Peña han sido las recientes adquisiciones de renombre para las Chivas de Vergara, sin embargo, han quedado a deber, por lo que la afición se mantiene a la expectativa de que detonen y sitúen al equipo en un nivel competitivo que la gente espera.
Por lo pronto, Brizuela es el único que es titular y el fin de semana se destapó con dos anotaciones en el Clásico Nacional frente América. A dicha legión de recientes “bombas” se les ha reunido Alan Pulido, la contratación más cara en la era de Jorge Vergara.
Un ‘fichaje’ especial
Dato adicional
A principios de 2012, Chivas contrató a Johan Cruyff como asesor; trató de implementar en divisiones inferiores un proyecto como los que abundan en Holanda, además de mandar quitar el pasto sintético del estadio Omnilife por hierba natural.