De los 14 lanzadores mexicanos que participaron en la recién concluida temporada de Grandes Ligas, y pese a que fueron Roberto Osuna y José Urquidy los que tuvieron la oportunidad de disputar la Serie Mundial con los Astros de Houston, el integrante de los Cardenales de San Luis, Giovanny Gallegos, tuvo números para ser considerado entre los mejores relevistas de la liga.
El ‘Yaqui’ tuvo poca actividad con San Luis en 2018, equipo al que llegó procedente de los Yankees de Nueva York, lo que hacía suponer que su puesto en el roster principal estaría en duda para este año; sin embargo, desde los entrenamientos de primavera lució como un brazo confiable, en un equipo al que al final la debilidad de su bullpen le costó ser barrido por Washington en los Playoffs.
“Soy una persona que nunca se da por vencido, independientemente de las cosas que han pasado, siempre he trabajado fuerte con una mentalidad positiva, gracias a Dios se dio la oportunidad este año y salieron bien las cosas, sigo trabajando tratando de hacer un gran papel año con año y tratar de darle un buen espectáculo a los fanáticos”, explica Gallegos.
Luego de lo que se vio en la Postemporada, en la que Carlos Martínez fue un desastre como cerrador de los Cardenales, el mexicano podría levantar la mano para ser en 2020 quien preserve los triunfos.
En su carrera, Giovanny Gallegos ha conseguido dos salvamentos, uno con los Yankees de Nueva York en 2018 y otro esta temporada, no obstante, para el lanzador derecho cualquier oportunidad es buena y digna de agradecer para aprovecharla y lucir.
“En realidad me siento muy contento, muy bendecido por esta oportunidad y gracias al equipo por darme la oportunidad y tratar de estar listo y disponible en cada juego para aprovechar la oportunidad, tratar de hacer un gran papel y ayudar”, dice.
Gran parte del crecimiento como beisbolista de todo lanzador es contar con un catcher de experiencia que lo sepa guiar, situación que el sonorense vivió con Yadier Molina, a quien considera un veterano con gran carrera, a quien le reconoce estar siempre disponible para ayudar a sus compañeros, especialmente a los de poca experiencia en MLB.
“Presión y nervios siempre van a haber, pero uno se prepara para esto, siempre vamos a tratar de tener la mentalidad un poco fría y disfrutar el momento, tratar de ejecutar muy buenos pitcheos y que el nerviosismo y la presión no te dominen. He podido hablar con veteranos del equipo y siempre tratan de ayudarme, dándome la mano”, indica.
En 2019 se dieron debuts de lanzadores mexicanos que están en camino a ser en el futuro inmediato los referentes de la pelota tricolor en Estados Unidos y acompañar a los que ya se han ganado un sitio como Giovanny Gallegos. Entre los novatos se encuentran José Urquidy, con los Astros de Houston, Gerardo Reyes y Andrés Muñóz con San Diego.
“Los mexicanos somos personas muy aguerridas, decididas, que nunca se dan por vencido, en lo personal no me comparo con nadie, cada quien tiene su talento, me siento contento de poder representar a México”, menciona el pelotero.
En contraparte, los veteranos mexicanos comienzan a dejar los lugares que ocuparon en años anteriores para dar paso a los jóvenes, como Marco Estrada, quien estuvo lesionado y fue dado de baja por los Atléticos.
Con Gallegos, Luis Cessa, Víctor Arano, Andrés Muñoz, Gerardo Reyes, Julio Urías y Roberto Osuna, México tiene para conformar un grupo de lanzadores de élite que sean referentes durante las próximas temporadas.