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Inigualable

Los dos números que portó en su carrera los hizo brillar a tal grado de motivar a que los Lakers le hicieran el homenaje

El Staples Center de los Ángeles fue testigo de la inmortalización de la más reciente leyenda de los Lakers, Kobe Bryant. El ex escolta llevó su nombre a lo más alto haciendo que la franquicia angelina retirara los dos jersey que utilizó durante sus 20 años de carrera en el mismo equipo.

“Black Mamba” logró algo que ni el mismo Michael Jordan conquistara con los legendarios Bulls.

“MJ” utilizó el número 23 con Chicago al inicio de su carrera, pero luego de su  breve descanso volvió, sin embargo el 23 ya había sido retirado en su honor y tuvo que conformarse con el 45.

Pese a haber usado dos números, los Bulls sólo retiraron el 23, ya que “Su Majestad” hizo a un lado las reglas y regresó a su mítico dorsal, asumiendo una multa para la franquicia.

Kobe no sólo es merecedor de cinco anillos, un MVP o 18 All Star por mencionar algunos títulos que ostenta el oriundo de Philaldephia.

Kobe Bryant posee 30 récords con los Lakers y dos medallas de oro olímpicas (2008 y 2012)

El escolta tiene más de 33 mil puntos en toda su carrera y es el responsable de sumar 81 puntos en un solo partido de temporada regular (2006, Raptors), por logros como este se decidió retirar no uno, sino los dos números que portó.

Se le ha estereotipado como el referente de lealtad ya que durante sus 20 temporadas en la NBA nunca pensó en abandonar a los Lakers, aún en las épocas difíciles se mantuvo con el equipo a pesar de las ofertas millonarias que recibía.

“Black Mamba” demostró que no es el número el que juega, sino que es quien lo porta el que hace brillar a esa camiseta.

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El basquetbol de la NBA no volverá a ser el mismo desde anoche.

Una de las leyendas más grandes que ha tenido este deporte dijo adiós a las duelas y dejó un hueco que nadie, por más exitoso que sea, llegará a llenar.

Después de 20 años, de 20 temporadas defendiendo los colores de Los Lakers de Los Ángeles, Kobe Bryant se despidió de este deporte en el que su nombre quedó grabado con letras de oro.

Ante un Staples Center repleto, que no paró de aplaudirlo y corear su nombre, el apodado “Black Mamba” disputó su último partido como profesional ante el Jazz de Utah.