Jaime Guzmán, arquitecto de su éxito
Para poder destacar en el automovilismo, Jaime Guzmán tuvo que acabar su carrera profesional y ejercerla para contar con los recursos económicos que le permitieran cumplir su sueño
Manuel CuéllarA los cinco años Jaime Guzmán, piloto de la escudería Alessandros Racing, tuvo su primer acercamiento con el deporte motor. Ver las carreras de Fórmula 1 en la televisión le despertó esa adrenalina de imaginar que él era un piloto que corría en los diferentes circuitos del “Gran Circo” y desde entonces supo a lo que quería dedicarse.
“Mi historia con el automovilismo es simpática, porque mi amor por el automovilismo viene desde que tengo memoria, te hablo de unos cuatro o cinco años, que fue cuando se me presentaron las primeras oportunidades de observar coches de carreras o coches deportivos y la verdad es que sí, mi sueño siempre fue ser corredor de Fórmula 1”, explica el piloto, en entrevista con Reporte Índigo.
Sin embargo, su romance con el automovilismo tuvo que esperar, debido a que ese circuito en su vida aún no estaba trazado y construido para él, ya que, a diferencia de otros pilotos, Jaime Guzmán tuvo que esperar hasta terminar su carrera profesional y ejercerla, para así tener los recursos necesarios para poder estar detrás de un volante de un auto de carreras.
“En mi familia desafortunadamente no se brindó el apoyo necesario de hacer esa carrera de piloto, me tuve que esperar hasta terminar mi carrera, ejercer y así, sólo así, tener los recursos necesarios para meterme en el mundo de las carreras y así fue, me compré mi primer auto y me inscribí en algunas carreras de manera amateur y me fue bien, fue hasta el año pasado que pude incursionar bien de manera formal como profesional en los coches turismo.
“Soy arquitecto y tengo un grupo de desarrollo inmobiliario, hacemos desde el proyecto hasta desarrollarlo y lo construimos, pero mantener esa doble vida es algo complicado porque tenemos que, así como en las carreras, dar los mejores resultados en el ámbito profesional también y atender a los clientes como se merecen, pero también tengo que mantener la concentración para tener los mejores resultados en las carreras”, agrega el piloto.
No obstante, su debut dentro del automovilismo no fue sencillo, ya que la labor de conseguir patrocinios fue como un freno de mano, pues Jaime acudió a diferentes marcas buscando apoyo y aunque las respuestas fueron un tanto agresivas en la mayoría de los casos, supo convencer a unas cuantas empresas para que confiaran en él, lo cual no ha defraudado debido a los buenos resultados que ha obtenido dentro de la Súper Copa Mercedes Benz.
“Fue difícil empezar, porque yo el año pasado, que fue cuando comencé de manera formal y profesional en las carreras, tuve que ir tocando puertas a las empresas y pedir patrocinios, y la respuesta obvia de todas las empresas a las que le toqué la puerta era: ‘¿Tú quién eres?’, porque yo no era ni un corredor famoso, pero yo vendía mucho la esperanza de que tenían razón, pues no tenía una gran carrera importante, pero aseguraba que los resultados, los mejores resultados los iban a tener y así ha sido”, comenta.
Lección de manejo para Jaime Guzmán
Aunque Jaime tuvo que esperar mucho tiempo para cumplir su sueño de ser piloto, el arquitecto de profesión comenta que lo más importante en esta “lección de manejo” que tuvo en su vida fue aprender a superar los obstáculos y no dejar de acelerar mientras persigue su sueño, pues ese sería el peor error que le impediría cumplir sus objetivos.
“El mensaje se resume en que un sueño no hay que dejarlo de perseguir, y simplemente hay que identificar bien los obstáculos que te pone la vida y que te impiden lograr ese sueño y ver cómo sobrepasarlos, en mi caso pues fue un tema económico, entonces me tuve que esperar a trabajar durísimo y tratar de hacer lo mejor que se pueda en lo que hagas y todas las cosas se van dando solas”, dice.