Hace dos años, en la temporada 2019, los Bengals se ubicaron como el peor equipo de la NFL. Fue el primer año como entrenador del joven coach Zac Taylor, luego de 16 temporadas con Marvin Lewis, en las cuales, Cincinnati acudió siete veces a los Playoffs, pero nunca pudo pasar del Juego de Comodín. Hoy, cómo han cambiado las cosas.
El quedar en la última posición ese año, cambió el rumbo de la franquicia. Fueron los primeros en escoger en el Draft de 2020 y apostaron por Joe Burrow, quarterback de LSU –campeón de la NCAA en 2019–, que era visto por los analistas como el mejor prospecto… y no se equivocaron.
En su segundo año como profesional, Burrow logró lo que Andy Dalton y Carson Palmer no pudieron: cumplir con los pronósticos de jugador estrella y regresar a los Bengals a un Super Bowl, algo que no conseguían desde la década de los 80 en la que cayeron dos veces, en las ediciones XVI y XXIII, ante los San Francisco 49ers liderados nada más y nada menos que por Joe Montana.
A sus 25 años, Joe es el líder de un joven y hambriento equipo que jugará el Súper Tazón LVI, en el que se enfrentarán a Los Angeles Rams, quienes son el segundo equipo en la historia que dispute el trofeo Vince Lombardi en casa.
Por ello, y por una plantilla plagada de estrellas a la ofensiva y defensiva, el equipo angelino es favorito, de inicio, por 3.5 puntos. Otra vez los Bengals, como ha sido su historia en estos Playoffs, son los “underdogs”, pero ya se acostumbraron a ello y van por otra hazaña.
El domingo pasado, Burrow encabezó una remontada de 18 puntos ante los Chiefs, que ya se veían en su tercer SB al hilo. Así, Cincinnati igualó la marca del mayor regreso en una Final de la Conferencia Americana, que pertenecía a los Indianapolis Colts y Peyton Manning, quienes derrotaron a los New England Patriots de Tom Brady en la temporada de 2006.
Tras ganar 27-24 a Kansas City con un gol de campo de 31 yardas del pateador novato Evan McPherson, los Bengals regresan al juego grande 33 años después, y Burrow se convierte en el sexto pasador que apenas en su segundo año disputará el gran juego de la NFL.
Tom Brady, Ben Roethlisberger, Russell Wilson, Dan Marino y Colin Kaepernick lo hicieron antes y, de estos, los tres primeros salieron con la victoria. Si el pasador de Bengals lo consigue también, se situaría con verdaderas leyendas y figuras de este deporte.
Vale decir que Kurt Warner también fue campeón en su segundo año con los Rams; sin embargo, no cuenta en dicha estadística, pues ya había jugado de manera profesional en el futbol arena y en la NFL Europa.
Asimismo, Cincinnati, campeón de la División Norte de la Conferencia Americana, no había ganado un partido de Postemporada desde 1991 antes de superar a Las Vegas en el partido de comodines, y después lograron su primera victoria como visitante en Playoffs en su historia al eliminar a Tennessee en la ronda divisional.
“Hemos sido un equipo de segundas mitades todo el año. Realmente, no quieres que así sea, pero es así como resultó. Nuestra defensiva mejoró en la segunda mitad y a la ofensiva hicimos las jugadas que teníamos que hacer. Fue un gran trabajo de equipo”, declaró Joe, quien se perdió seis juegos en su año de novato por una lesión en la rodilla.
Y si hablamos de labor de equipo, esta temporada 2021 llegó el “cómplice” ideal de Burrow, el receptor Ja’Marr Chase, con el que Joe formó un dúo letal en sus años colegiales con LSU.
En su año como novato, Chase acumuló 81 recepciones para mil 455 yardas y 13 anotaciones, y en tres juegos de Postemporada lleva 20 atrapadas para 279 yardas y un touchdown. Sí, es otro jugador de impacto inmediato.
Sin duda, ha sido una temporada de ensueño para él y Burrow, que tendrán el 13 de febrero, junto con el resto de sus compañeros, su reto más importante: darle a los Bengals su primer título de la NFL.
Y así, Joe podrá fumar el puro de la victoria más importante.