Con tres títulos ganados y uno perdido en los últimos cinco años, los Warriors de Golden State han instaurado una hegemonía en la NBA que este año se ve amenazada por los Raptors de Toronto, equipo liderado por Kawhi Leonard, convertido en el motor de los canadienses.
El jugador de Toronto ha demostrado que superar las adversidades dentro y fuera de la cancha es una de sus cualidades, ya que ha sabido fortalecerse de los momentos complicados en su vida para conseguirse un lugar entre las figuras del baloncesto.
Su última proeza fue derrotar al ‘monstruo griego’ Giannis Antetokounmpo y para lograrlo tuvo que sobreponerse a una desventaja de dos derrotas al comienzo de la serie que se disputo en seis juegos.
Leonard fue la sorpresa en la eliminatoria ante Bucks, al tomar el mando de su quinteta al promediar 29.8 puntos por partido.
Las cualidades deportivas de Leonard no son producto de la casualidad, pese a contar con un perfil más discreto en comparación con otros jugadores, su disciplina y talento han resaltado desde su época de preparatoria, como recuerda Steve Fisher, quien fue su entrenador en la escuela.
“Durante un tiempo tuve llamadas a muy temprana hora y me decían: ‘Coach tenemos un problema con Kawhi en el estadio. Ni siquiera están las luces prendidas y ya está aquí entrenando desde las 06:30 de la mañana’, llevaba lámparas desde su casa y las ponía en la cancha para tirar”, narra el estratega para medios locales.
Medida tomada
Aunque Leonard ha tenido una postemporada destacada, la prueba más difícil está por llegar y es frenar la ofensiva de Stephen Curry y compañía, pues a pesar de que los Warriors de Golden State se perfilan como los favoritos, esta temporada no conocen la victoria frente a los Raptors.
En el primer juego los Raptors ganaron por 131-128, mientras que en el segundo, el cual fue en California, se llevaron la victoria 113-93, y Kawhi terminó con un promedio de 33.5 puntos por partido.
En caso de ganar Las Finales de la NBA, el triunfo tendría una dedicatoria especial para Leonard, ya que se sería en honor a su padre, quien fue asesinado antes de que él pudiera debutar en la NBA. “La mayor tragedia que tuvo fue la muerte de su papá. Más allá de eso todo estaba bien.
Nunca sufrió, nunca necesitó nada especial. La muerte de su padre fue su gran tragedia. Al día siguiente jugó un partido, el cual perdió, pero él terminó con 17 puntos a su favor. Al terminar el partido me buscó y rompió en llanto”, narra su madre, Kim Robertson.
Será esta noche cuando los Raptors se midan en el Juego 1 de Las Finales a los Warriors en el Air Canada Center