Cuatro años después de que Kobe Bryant jugó su último All Star Game en la NBA, ‘Mamba Negra’ vuelve a ser el protagonista de este evento, irónicamente, lo hará en la casa de los Chicago Bulls, donde jugó su máximo ídolo, Michael Jordan.
El partido de este domingo será un homenaje al exjugador de Los Lakers, donde las reglas y los números en las playeras estarán dedicados a él, haciendo que el formato del All Star Game cambie por primera vez en su historia.
La primera variación que se verá dentro de la duela será la más significativa, pues los equipos decidieron que sus dorsales serán dedicados a Kobe y a su hija Gianna, quien también falleció en el accidente aéreo en Los Ángeles. Por eso, el equipo de LeBron James jugará con el número dos, mismo que usaba Gigi en la academia ‘Black Mamba’, mientras que la escuadra que comandará Giannis Antetokounmpo utilizará el mítico 24 de Bryant.
Además de ese homenaje, el último cuarto del partido también será ‘in memoriam’ de Kobe, ya que habrá un nuevo criterio para definir al ganador de esta edición del Juego de las Estrellas. Justo cuando comience el último episodio se establecerá un marcador final al añadir 24 puntos al equipo que vaya mejor en el tablero.
Esto se traduce de la siguiente manera: si el equipo de LeBron va ganando 100-98, para cuando inicie el cuarto episodio, al centenar se le agregarán 24 puntos más, estableciendo que el primer equipo que llegue a 124 ganará el encuentro.
Para aumentar la competitividad entre ellos, la NBA confirmó que este último episodio no tendrá tiempo así podrán ofrecer un mejor espectáculo a los aficionados que asistan esa noche al United Center.
Partido con causa
Otro de los cambios que tendrá este All Star Game será visto en los cuartos, pues el equipo que gane cada tiempo se le otorgarán 100 mil dólares para donar a una beneficencia de Chicago que ellos elijan. Sólo que, a diferencia de los otros tiempos, el último cuarto tendrá un valor de 200 mil dólares.
En caso de que un equipo gane todos los episodios, la NBA le otorgará automáticamente 100 mil dólares al plantel perdedor para que ellos también puedan apoyar a una institución.
Reclamará el trono
Lo que pintaba como una revancha de la Final de Clavadas de 2016 se quedó sólo en una ilusión para los aficionados, debido a que Zach LaVine declinó la invitación para participar en este concurso; sin embargo, su eterno rival, Aaron Gordon, sí estará presente.
El jugador de Orlando Magic tendrá una oportunidad más de reclamar el trono que tanto se le ha negado. Para llegar a poseer la corona como el mejor rematador de la NBA deberá derrotar a Pat Connaughton, Dwigth Horward y Derrick Jones Jr.