La filosofía de ayudar
Este 31 de diciembre, Okumura festejará 25 años como luchador, carrera que en los últimos 15 años ha desarrollado solamente en México y representando al Consejo Mundial de Lucha Libre
Manuel CuéllarCon apenas un par de maletas en la mano, hace 15 años, un joven japonés que ya tenía una carrera consolidada en su país, pisó tierra mexicana con la ilusión de comenzar una nueva aventura en el deporte que ha sido su gran amor: la lucha libre.
Deseoso de aprender más del estilo de lucha que todo mundo le decía era, y es, el mejor del mundo, Okumura encontró la motivación para dejar todo en su nación. Pero como los planes se hicieron para no cumplirse, la meta de solo estar un año en México no fue tal y se convirtió en década y media.
“Nunca me imaginé venir a México, llegar aquí fue como sugerencia de mi maestro en Japón, y mi plan desde un inicio fue quedarme sólo un año y después irme, volver a Japón, pero el ver tanta aceptación hacia mi personaje, fue imposible irme, además porque sentí que todavía no había aprendido lo suficiente”, explica el luchador japonés.
Afrontar una realidad distinta a lo que estaba acostumbrado en su casa y con su gente no fue sencillo; sin embargo, su meta era tan clara que desde el primer día comenzó a entrenar en la Arena México, donde vivió las complicaciones de estar en un país con una cultura y lengua distinta, situación que lo hacía sufrir, aunque frente a sus compañeros tenía que hacerse el fuerte.
“Cuando llegué nadie me ayudó, estaba completamente solo, pero nadie me dijo que viniera, yo me lo busqué, y por esa razón yo siempre tardé en adaptarme. Recuerdo que el primer día me quería regresar, muchas veces me pregunté qué hacía aquí, pero yo tenía el objetivo de sobresalir y lo logré, como decimos aquí en México, poco a poco”, menciona.
Esas dificultades se convirtieron en las principales motivaciones para que Okumura decidiera mantenerse en México. Consciente de todo lo que sufrió para adaptarse, se propuso poder ayudar a los luchadores que llegaran del extranjero, pasatiempo que a la fecha encuentra gratificante, pues reconoce que se le hizo costumbre ayudar a los demás a triunfar.
“Quiero que más japoneses vengan, que conozcan la lucha libre mexicana, que vivan lo que es una función aquí en la Arena México, que no se compara con nada en el mundo, es una experiencia que mis paisanos deben vivir.
“Siempre que llega un japonés, de la empresa que sea, ellos siempre me piden que les enseñe lucha libre mexicana, ese estilo que es muy particular, un estilo que te hace sentir como novato en un principio, entiendo por qué quieren que yo les enseñe, entiendo su inquietud, yo mismo la sentía, así que si les puedo enseñar, lo haré”, resalta.
Estar tan agradecido con México no sólo es por compromiso a su profesión, sino porque tal y como lo dice: “Llevo tantos años aquí que siempre lo he dicho y lo diré, ‘México es mi casa y la Arena México es mi casa’, tanto así que cuando me voy mucho tiempo fuera de México me siento muy extraño.
“Sólo para poner un ejemplo, ahora que me fracturé el cuello y que estuve mucho tiempo en Japón, me sentía extraño, muy raro, extrañaba todo de México, me quería regresar porque ya estoy muy acostumbrado a vivir en México y no me lo van a quitar, por eso, si yo puedo ayudar para que la lucha libre mexicana crezca, siempre lo haré sin que nadie me lo pida”, menciona.
Este 31 de diciembre, Okumura festejará 25 años como luchador, carrera que en los últimos 15 años ha desarrollado solamente en México y representando al Consejo Mundial de Lucha Libre.