De la mano de “Dios”, ‘El Toro’ Zambrano llega a México para recuperar el esplendor de Grandes Ligas

El lanzador, intenta volver a la pelota organizada, después de tres años de ausencia, por lo cual entrena con los Leones de Yucatán en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB)
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
Comparte esta nota

Carlos Zambrano, pitcher venezolano, quien recientemente cumplió 37 años de edad, tenía todas las condiciones en su brazo derecho para ganar más de 20 juegos en las Grandes Ligas, incluso el premio Cy Young, el cual distingue al mejor pitcher del año en cada liga de Las Mayores.

De hecho eso creía y consideraban los Cachorros de Chicago, al firmar al de Puerto Cabello, a los 16 años de edad, como agente libre amateur el 12 de julio de 1997, con la esperanza de que el del estado Carabobo, los ayudara a romper la Maldición de la Cabra y volver a ganar una Serie Mundial, lo cual no hacían desde el año de 1945, en aquel entonces.
Al popular Toro, tanto por su físico como por su carácter, tan sólo le tomó un poco más cuatro años para ascender al llamado mejor beisbol del mundo, donde debutó en el año 2001, con apenas 20 años edad.

Pero fue hasta el año 2003, en que el Big Z, se estableció en la rotación de abridores de uno de los equipos de la ciudad de los vientos, donde dejó récord de 13 ganados y 11 perdidos.

El gran momento para Zambrano, llegó en el año 2005, cuando se convirtió en el abridor número uno de los Cachorros, incluso mostrando sus dotes como bateador, pero lo mejor estaba por venir, ya que en 2007, firmó un contrato por cinco años, de nada más y nada menos que de 91.5 millones de dólares.

Sin embargo, desde entonces, comenzó la obsesión de Big Z, no solamente por ganar 20 partidos en la Gran Carpa, sino también el Cy Young. Y estuvo cerca con marca de 18-13, aunque también aparecieron los ataques de ira del Toro, que incluso lo llevaron a embestir a su compañero y receptor Michael Barret, en pleno dogout y juego de los Cubs.

Desde entonces la carrera de Zambrano con Cachorros se vino abajo y no fue tan buena a nivel de números, pero en el año 2008, lanzó un juego sin hit ni carreras ante los Astros de Houston.

Hasta que en el año 2011, fue suspendido por los Cubs, por abandonar el equipo.

El lanzador intentó enrumbar su carrera al volver a lanzar en Venezuela, luego de nuevo años de ausencia, pero los Cachorros, perdieron la fe y la paciencia en él y lo cambiaron a los Marlins de Miami, a principios de 2012, su último equipo en las Grandes Ligas, hasta ahora, donde Carlos, es considerado como retirado, ya que fue incluido en 2017, en las planillas de votación para el Salón de la Fama, donde no volverá a aparecer al no sacar ni un voto ni mucho menos mantener el mínimo de cinco por ciento de los sufragios para mantenerse en las mismas.

El Big Z, volvió al béisbol venezolano en 2012, con sus amados Navegantes del Magallanes, equipo al que era fanático y solía ir a los juegos en Valencia, al cual lo llevaba un tío, para lanzar con los turcos entre 2012 y 2014, a los cuales ayudó a ganar un bicampeonato, aunque ese último año volvió a mostrar sus ataques de ira en plena final tras un pelotazo a un compañero y eso que no estaba jugando, lo que le causó una lesión en la rodilla y le impidió lanzar el quinto partido, para el cual estaba pautado y donde se coronó al navegante.

Desde entonces el diestro no actúa profesionalmente como lanzador, ya que en 2014, lo hizo como bateador con los eléctricos.

Para tratar de controlar sus ataques de ira Zambrano buscó ayuda celestial, divina y espiritual y se convirtió en pastor, lo cual lo ha llevado a viajar por el mundo como a la India, siguiendo los mensajes de Dios, como el más reciente que recibió a través de sus sueños y que lo hace intentar regresar de nuevo al béisbol, esta vez con los Leones de Yucatán, en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), con los cuales entrena desde el martes 5 de junio de 2018.

De su intento de regreso el lanzador comentó el motivo de porqué esta con los felinos: “Estoy acá visitando y poniéndome a tono y preparándome para hacer un regreso y a eso vine”.

El pitcher confesó que busca un equipo que le dé la oportunidad y si es el caso de los Melenudos, está muy a gusto, ya que ha estado trabajando los últimos meses para tener la condición máxima posible y regresar al béisbol organizado nuevamente.

Un maduro y tranquilo Zambrano recordó con nostalgia su pasado en Las Mayores: Estuve con Chicago 11 años, un año con los Marlins y el último año estuve con los Filis, que fue mi último equipo, no jugué en Las Mayores, con los Filis, de hecho estuve jugando con Sebastián Valle, en los Filis, en el 2014, que fue mi último año, ahí lo conocí y me dio gusto verlo otra vez acá.

Pero que hizo al Toro, tras tres años fuera de la lomita profesional, venir a probarse con los Leones, el pitcher reveló: “Dios, la verdad que fue Dios, hace año y medio, finales de 2016, comencé a tener sueños y soñar, cosa que no es muy común, no soy soñador, y tuve el sueño que jugaba otra vez béisbol y no entendía estos sueños, después Dios a través de hombres de la iglesia que no se conocían me manifestó que quería que regresará al béisbol, no quería regresar al béisbol, pero le hice caso a estos hombres que envió Dios, me preparé en todo el año pasado estuve preparándome y Dios abrió esta puerta con los Leones de Yucatán, a través de un amigo que es scout, que conoce a los dueños del equipo y eso fue lo que me hizo venir a acá, entonces en realidad tengo que admitir que fue Dios, quien abrió la puerta, después de tres años sin jugar en un béisbol organizado muy pocos equipos son los que te van a dar chance, gracias a Dios, agradecido con los Leones de Yucatán, por el chance”.

A pesar del tiempo que ha pasado sin lanzar a nivel profesional Big Z, cree que lo difícil sólo está en la mente y que las cosas no son difíciles, sino que depende que cómo te pongas las cosas. Además, considera que las cosas en la vida hay que lograrlas, esforzándose y enfrentándolas.

Incluso citó un pasaje de la biblia que dice: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. Cuando hay un esfuerzo, entonces el hombre cuando se esfuerza hay una motivación de algo, entonces acá en el béisbol es lo mismo, el béisbol es cuestión de esforzarse y jugar cómo es y lo demás es fácil cómo dice el narrador.

Ya se verá para el próximo Torneo de Otoño de la LMB 2018, que escuchará su voz de play ball, el 3 de julio de 2018, si Zambrano, cumple su sueño de regreso con Yucatán u otro equipo y si el esfuerzo valió la pena e hizo fácil su retorno al deporte del bate, guante y pelota.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil