La más ruda del hielo

Para asistir a las competencias de patinaje de velocidad de pista corta, es decir dentro de una cancha de hockey, se debería exigir a la entrada un certificado del cardiólogo en turno que avale el buen ritmo del corazón. 

No estaría mal que además hubiera en los vestidores un “cura multireligión”, que permita a los participantes rudos aliviar las conciencias mediante confesiones secretas.

Rudas y técnicas...

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Para asistir a las competencias de patinaje de velocidad de pista corta, es decir dentro de una cancha de hockey, se debería exigir a la entrada un certificado del cardiólogo en turno que avale el buen ritmo del corazón. 

No estaría mal que además hubiera en los vestidores un “cura multireligión”, que permita a los participantes rudos aliviar las conciencias mediante confesiones secretas.

Rudas y técnicas…

Quizá la Federación debería dividir los grupos en estas modalidades de lucha libre, total, siempre hay una ruda a la que se le cargue la mano en rechazo y abucheos.

Solo que en las arenas de Lucha Libre, el espectáculo ya está planeado en movimientos, caídas y hasta golpes que no les restan mérito a su condición físico-atlética o a sus facultades. 

Aquí en las pistas de hielo, los codazos, empujones, insultos y hasta agresiones van en serio, algunas veces no son muy notorias, otras son descaradamente salvajes.

Los 500 femeniles

Son apenas cuatro vueltas al pequeño circuito marcado con “boyas”, los patinadores se inclinan casi horizontales tocando el hielo solo con las yemas de los dedos protegidos por añadidos metálicos arriba de los guantes. 

Sofisticados trajes que se adaptan como una segunda piel con tecnología que impide la entrada de aire, patines especiales con una cuchilla de piel sobre las de metal para mantener el equilibrio en esas curvas que se toman casi a ras de hielo. 

El drama arranca en el momento mismo de anunciarse en la primera parte de la jornada los dos grupos semifinalistas, integrados cada uno por cuatro patinadoras. Califican a la Final A las dos primeras de cada grupo y a la Final B, la de consolación, las otras cuatro, como en la natación.

En el primer grupo, la doble medallista de Vancouver 2010 y de los mundiales, Mariane St. Gelais, del canadá francés, 24 años y favorita para las medallas; la italiana Arianne Fontana, hermoso rostro, cabello cortito, ojos verdes y sonrisa cautivadora, al lado de la holandesa Jarien Tear y de la favorita para el oro, la coreana Park Seung.

Arianne hace una salida en falso, el juez la señala con dedo flamígero, ya no hay margen de error, la presión que aumenta da paso a la adrenalina pura al sonido del disparo. 

Son solo cuatro vueltas a tope con rectas muy cortas, en las que hay que cuidar el carril de adentro, solo que la fuerza centrífuga a veces gana la partida, los rebases muy justos, incómodos, los codazos y “hombrazos”, cosa de rutina.

Mariane falla en la salida, se queda unos metros rezagada, suficiente, ella lo sabe, para reducir al mínimo su oportunidad. Adelante no hay errores y Arianne hace alianza con Park Seung para meterse juntas a la Final.

Como dice la Sonora Santanera

En la segunda semifinal las cosas se ponen “Rojo China”. Tres competidoras de aquel país y la británica, nacida en Edinburgo, Escocia, Elise Christie, quien es campeona de Europa en los 100 metros, su especialidad. 

Como se esperaba, las tres chinas hacen trabajo de equipo pretendiendo hacer “sándwich” a Elena que, si yo como poco conocedor del tema, como dice la “Original Sonora Santanera”,  ya lo sabía, el entrenador británico y la propia Elena ya lo esperaban, el antídoto: meterse a codazos al carril interior y ahí salir de la primera curva en el segundo lugar que la mete a la final.

Y se viene lo bueno

Arianne Fontana se mete a esta final casi sin hacer ruido, su tiempo le permite partir del segundo carril. 

Su palmarés no asusta a nadie, después de su bronce en Vancouver 2010 nada relevante ha hecho en el circuito. Con dos de las siempre fuertes chinas fuera, puede meterse al reparto de metales. 

El carril de adentro es para la coreana Park Seung, como la británica Elise Christie arranca en el tres, justo al lado de Arianne, apenas cruzan miradas en el calentamiento y presentación

Sabedora que la británica se va a tratar de meter a codazos y hombrazos, es su estilo (yo no lo sabía, me lo dijo una colega periodista norteamericana sentada a mi lado en el Palco de Prensa), la china Lu Quiujong, la mas débil de las tres chinas va por afuera.

Al disparo de arranque se adelanta la coreana, ahora la presión no es para Arianne sino para la gran favorita que hace una mueca de disgusto, respira profundo, cierra los ojos, reacomoda los lentes protectores, y regresa a la línea de arranque.

Los rudos la rechazarían

El arranque es impresionante, el público ruso grita y apoya, sin una de sus compatriotas en la largada todo es disfrutar el espectáculo.

Park Seung asume su rol de favorita sosteniendo su posición por el carril de adentro, se completa la primera de cuatro vueltas.

Arianne controla su segunda posición en el carril de adentro patinando solo centímetros detrás  de la coreana cuando de pronto siente el golpazo de Elise en su hombro izquierdo, la británica se metió brincando la línea antes de la curva. 

Arianna cae y sale disparada contras la barda, Elise no puede sostener el equilibrio y cae junto a la italiana, al tiempo que la coreana súper favorita, también tropieza con el patín de Elise. Todo eso en un instante que aprovecha la china Li Jan Rou para irse a la punta bajando la velocidad para conservarse en las dos últimas vueltas. 

De cuatro, tres han caído, es Park Seung la que se levanta primero pero en su impulso vuelve a caer. 

Elise toma el control del segundo lugar con Arianne patinando unos metros atrás.

Con la china Li como ganadora, los jueces deliberan y al mostrarse la repetición en la pantalla gigante no hay duda, Elise se metió al interior de la pista y eso la descalifica de manera automática, si además se toma en cuenta el golpazo a Arianne, sería Tarjeta Roja, pero esto no es “fut”.

La británica es descalificada, con lo que la medalla de plata es para la italiana que festeja casi al delirio. 

Las chinas lloran de felicidad y Park Seung Hi derrama lágrimas de frustración, esta era su prueba, por eso a la hora de las medallas su rostro muestra tristeza y una vez más, las lágrimas bañan sus mejillas.

Otra vez fuera

Al día siguiente viene la prueba de los mil 500 metros. Ahí la británica Elise Christie, la “Chica Mala” de los 500 es descalificada por segunda ocasión en los Juegos. 

Había ganado su heat semifinal con lujo de ventaja, solo que esta vez al patinar por el carril interno cruza la meta unos centímetros fuer ade la línea negra que marca los límites de la pista, ahora es ella quién llora, su entrenador apela señalando que un patín estaba dentro, nada conmueve a los jueces, Elise está fuera, ahora espera su prueba, los mil metros, seguramente alguien saldrá a decirle que ya no juegue con las líneas internas.

Por cierto, la china Jian Rou Li, el inesperado oro de los 500 metros no termina la final de esos mismos mil, luego de un caída…

Así de fácil.

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