Todo comenzó como una burla hacia Cruz Azul, y lo sigue siendo, por aquellos tantos partidos que la Máquina ha dejado escapar en los últimos minutos, por lo que surgió el término ‘cruzazulear’ y desde entonces, especialmente desde aquella Final perdida contra el América, la playera Celeste se asoció con la ‘salación’.
Y en pleno boom de la cruzazuleada, la afición mexicana que acudió a Rusia encontró que este talismán podía ser utilizado para atraer la buena fortuna al Tri, y hasta el momento ha funcionado, aunque Argentina no piensa lo mismo.
Los mexicanos se encomendaron al poder salado de la playera celeste y ante el juego de la Selección Nacional contra Alemania lograron que un aficionado de ‘Die Mannschaft’ se pusiera una camiseta de Cruz Azul. El resultado es conocido, primer punto para el amuleto cruzazulino.
Para el segundo juego contra Corea no fue necesario recurrir a brujos, chamanes o vudús, volvió a aparecer el jersey de Cruz Azul y un aficionado logró que hasta la hija del entrenador del equipo asiático portara el elemento de la suerte. Así, México ganó el segundo partido.
Para el encuentro del miércoles, vital ante Suecia, los mexicanos ya están con la misión de encontrar seguidores nórdicos que caigan en la trampa.
Los que no están muy contentos son los argentinos, ya que durante su juego ante Croacia la televisión enfocó a un seguidor de La Máquina en la tribuna, junto con la porra de la Albiceleste, por lo que la derrota sudamericana se asoció con la ‘Maldición Celeste’.
La chunga cruzazulina ya no causa tanta gracia a su director deportivo, Ricardo Peláez, quien reclamó al comentarista de Grupo Imagen, Javier Alarcón, de alentar este tipo de burlas pese a que el comunicador es aficionado al equipo.
Lejos de una cuestión de suerte, el funcionamiento de la Selección Mexicana le ha permitido ganar sus dos primeros juegos y necesita dar un partido perfecto ante Suecia para avanzar a Octavos de Final, aunque no está de más encomendarse a la Santa Cruz…azuleada, por si acaso.
