La lección está aprendida y luego de que hace un año perdió la máscara ante Cuatrero en Homenaje a Dos Leyendas, Ángel de Oro entendió que ante rivales con marrullerías el estilo técnico se queda a un lado, por lo que este viernes contra Los Ingobernables, El Terrible y La Bestia del Ring, impondrán un estilo diferente al cual se les ha visto arriba del ring.
Tal decisión del menor de los Chávez se debe a que ahora el orgullo de la dinastía está en juego, pues no sólo su cabellera es la que podría caer, sino que también la de su hermano, Niebla Roja, pues es una lucha de doble apuesta de cabellera para honrar a Blue Demon.
“Yo creo que para este tipo de rivales como lo son Los Ingobernables, se olvida un poco la técnica. La técnica la tenemos, eso sí, pero también el estilo rudo que ellos dominan. Recuerden que Niebla Roja fue un tiempo rudo y Ángel de Oro tiene temperamento”, dijo confiado el luchador de 24 kilates.
Los Ingobernables se han caracterizado por repartir castigos, azotes y lances en el cuadrilátero, siempre con el objetivo de humillar a sus contrincantes, además de que el foul es una de sus ‘llaves’ favoritas para terminar sus luchas, de la cual tendrán cuidado para no caer en sus juegos de trampas.
“Los Ingobernables nunca ganan bien, mejor dicho, nunca ganan porque siempre los descalifican tras cometer alguna indisciplina. Ellos utilizan el engaño con las palabras a su favor, no les importa ganar o perder, solamente les importa humillar”, indicó Ángel de Oro
Aunque reconoce la capacidad de El Terrible y Bestia del Ring para desempeñar un estilo basado en la indisciplina, el menor de los Hermanos Chávez aseguró que en el enfrentamiento del 15 de marzo los Ingobernables tendrán que respetar las reglas para demostrar que son buenos luchadores.
“Cabe mencionar que el día de la pelea si ellos llegan a hacer trampa estarían arriesgando más porque está en juego su cabellera. Ese día les debe de importar porque la cabellera es lo más importante para ellos. Van a estar obligados a jugar limpio”, sentenció.
La afición, su impulso
Perder la máscara, la cual estaba dedicada a su abuelo, fue un golpe duro para Ángel de Oro, que lo hundió en la depresión y en un presente lleno de contrastes, pero el cariño del público y la aceptación de su nueva faceta fue el impulso para demostrar nuevamente su calidad de lucha y permanecer en los lugares estelares.
“Hubo meses de tristeza, pero el recibimiento del público es lo que me ha levantado. El calor y cariño que me han brindado es lo que me ha levantado y eso me ha permanecido de pie con ganas de grandes retos y con ganas de seguir con los triunfos”, indicó impetuoso.
