Lucila Venegas árbitra que se gana el respeto

Lucila Venegas destaca como una de las mejores árbitras de futbol en el mundo, pero para alcanzar ese nivel primero debió curtirse en los juegos llaneros.

En el futbol llanero el sexo, género u orientación sexual de las personas no juegan. Durante el partido, la entrega recorre los límites imaginarios del terreno polvoriento, la pasión desborda por las bandas delineadas con trazos de cal y el carácter termina por empujar el balón al fondo de los postes oxidados.

“No importa si eres hombre o mujer, te tienes que ganar el respeto en la cancha. Me ha tocado jugar futbol con hombres y como dice el dicho: ‘depende del sapo la pedrada’ afirma Lucila Venegas.

Dentro de canchas enmarcadas por el desorden, violencia y desigualdad, la oriunda de Guadalajara, Jalisco, comenzó a escribir su historia en un mundo dominado por hombres, con la promesa de ganarse un nombre dentro de balompié internacional.

Aunque su sueño era seguir pateando el balón, ante la falta de oportunidades para convertirse en futbolista profesional, así como la necesidad por solventar el gasto de sus estudios, ‘Chila’, como le dicen sus allegados, comenzó a silbar los fines de semana.

“Fue casi un accidente porque yo jugaba futbol y quería ser jugadora. Una amiga que jugaba conmigo me dijo ‘oye, vamos a arbitrar’. Yo le dije: ‘yo juego, yo de arbitraje no sé nada’. Me dijo que fuera y que dijera que yo ya había arbitrado y toda la cosa”, menciona.

Con el silbato en mano y el coraje que la ha caracterizado a lo largo de su carrera, Lucila Venegas enfrentó con total soltura a aficionados frenéticos, familiares entrometidos y futbolistas violentas, ganándose, con el tiempo, el respeto de todos los presentes en los juegos.

“Sales con la gente vuelta loca, con las esposas de los jugadores queriéndote golpear o que te apedreen. Pero al final, dependiendo de mis decisiones te dan su respeto. Quizá sí puede haber una situación en la que los hombres dicen: ‘¿tú qué haces aquí?’.

“Es la minoría, pero sí puede pasar. Como si fuera la época de las cavernas. Pero todavía hay jugadores y entrenadores que hacen eso”, reconoce.

Transformando su sueño

Pese a que el sueño de incursionar dentro del balompié profesional se mantenía latente, ‘Chila’ optó por inscribirse en un curso de arbitraje profesional, experiencia que terminó por decantar su elección por dicha profesión.

Después de haber obtenido la licenciatura en Cultura Física en la Universidad de Guadalajara y años de experiencia en el futbol amateur, Lucila Venegas dio el brinco a las grandes ligas, obteniendo la certificación por parte de la FIFA en 2008.

Con experiencia en Finales de Liga MX Femenil, Campeonatos de la Concacaf y enfrentamientos de la Copa Mundial Femenil, la árbitra internacional mexicana no olvida la importancia de haber iniciado en la ‘tierra de nadie’: las canchas llaneras de México.

“Lo que sí te da son las experiencias. Aprendes a valerte por ti misma y aprendes a tratar a la gente. Aprendes a conocer a la gente con la que estás tratando en esto.

“A nivel profesional te da muchas herramientas. No puedes ir a tierra de nadie y tener dudas de ti mismo. Aunque no dudo que haya gente talentosa que haya podido salir sin tener experiencia en el llano, la realidad es que son muy pocos”, aclara ‘Chila’.

Reto venidero para Lucila Venegas

Pese a contar con un amplio palmarés, convirtiéndose en la única silbante mexicana en participar en la Copa Mundial Femenina de Francia 2019, pitar en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y haber sido nombrada en el 2017 como la mejor árbitra de la Concacaf, Lucila Venegas quiere extender su currículum y arbitrar en otros Juegos Olímpicos.

“Me preguntan, ‘¿qué te falta por hacer Lucila? ¿Qué más quieres?’ Pero sí quiero ir a unos nuevos Juegos Olímpicos. Me siento un árbitro consistente, regular, confiable. Lo que quiero son unos Juegos Olímpicos.”, sentencia.

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