Casi un año y tres meses se la ha pasado lesionado Andrés Guardado desde que llegó al futbol europeo en 2007 con Deportivo La Coruña. Su fragilidad le ha impedido explotar al máximo su talento y en cambio lo ha dejado 445 días sin jugar, de acuerdo con Transfermarket.
El Betis informó que el mediocampista mexicano estará en recuperación durante el próximo mes por una rotura de grado II de las musculatura isquiotibial medial distal de la pierna izquierda, a consecuencia de una jugada en el partido del domingo pasado ante la Real Sociedad.
Al minuto 15 de ese cotejo cuando el ‘Principito’ resultó lesionado y tras la evaluación médica se determinó que no volverá a las canchas hasta 2019 y se perderá los siguientes compromisos contra Santander en la Copa, Rayo Vallecano, Espanyol y Eibar, de la Liga, y contra el Dudelange de Luxemburgo, en la Liga de Europa.
Es justo esta lesión la que más problemas le ha dado al mexicano durante los últimos 11 años, pues la ha padecido en cinco ocasiones, que le han costado estar sin participar con sus equipos en 178 días.
En general, las lesiones que más han sido la pesadilla de Guardado tienen que ver con los músculos y los problemas físicos se han agravado en los últimos tres años, que han sido en los que más molestias ha tenido, con 11 situaciones, siendo el PSV Eindhoven y el Betis donde más trabajo le ha costado estar saludable.
Cuando comenzaba a entrar en ritmo con el equipo sevillano, llega esta nueva lesión, toda vez que el mexicano apenas se había recuperado de una molestía en el muslo, que sufrió el 25 de octubre.
Guardado tiene 32 años; sin embargo, la cantidad de lesiones pone en riesgo que pueda extender por más años su estancia en el futbol europeo, el cual requiere de un alto esfuerzo físico, así como su participación con la Selección Mexicana, por lo que el zurdo ya contempla otras opciones como terminar su carrera en la MLS de Estados Unidos.