Más allá del Manning vs Brady

Hace unos días le preguntaron al coach Ed Reed, de los Bills de Búfalo, equipo que enfrenta dos veces por temporada a los Patriotas de Nueva Inglaterra, acerca de cuál debería ser la estrategia de Gary Kubiak, su colega de Denver, para detener la estrategia ofensiva planeada por el coach Bill Bellichick y ejecutada por Tom BRADY, el coach no lo pensó mucho…

¡Tengo la solución!

Con una enorme sonrisa dijo: “Creo que lo mejor será rezar”.

Esta respuesta que podríamos colocar en el cajón de las bromas no está muy lejos de ser cierta, la dupla Bellichick–Brady alcanza ya su título Divisional número 13, su noveno viaje al juego de Campeonato y  buscan su sexto al Super Bowl, cuatro anillos de Super Bowl y seis títulos de la Conferencia Americana, lo que los coloca  como la mejor combinación coach-quarterback de la historia. 

Así que la respuesta del coach Reed no es tan disparatada, solo que este domingo allá en la congeladora de Denver, habrá que poner atención en mucho más que el duelo…

Brady vs. Manning

Cierto, será la ocasión número 17 y con muchas probabilidades de que sea el último enfrentamiento de estos dos tremendos líderes, en donde los títulos están del lado de Brady, los “casi” del lado de Peyton.

Las ofensivas serán la base de este juego, del lado de Denver han permitido una infame cifra de 39 capturas a su mariscal, ya sea Manning o el “joven maravilla” Brock Osweiller, que es irónicamente la…

Carta bajo la manga

Del coach Kubiack, por si Peyton se resiente de las múltiples lesiones, o de plano su brazo no da para más de esos pases cortos que hoy acostumbra, o de esos escasos bombazos maravillosos que le tienen en la puerta del Olimpo de la NFL, solo que en los últimos juegos sus receptores parecen traer mantequilla en las manos, el juego aéreo está sin duda…

Con los Patriotas…

Con siete receptores diferentes atrapando los bombazos y líneas de Brady.  Rob Gronkowski, el mejor ala cerrada de la NFL, y su colega Julius Edelman, están “al 100”, recuperados y listos para acabar con la defensiva de los Broncos.

Más allá de Cam Newton

La gran mayoría se va con la finta de que esta Final de la NFC está en los brazos, piernas y talento del quarterback Cam Newton, algo hay de eso, pero estas Panteras son mucho más que esta máquina de lanzar, correr e improvisar al vuelo.

Los linebackers son de primera y mucho del resultado de esta Final será responsabilidad de ellos, principalmente, mucho ojo, de la dupla Thomas Davis–Luke Kuechly, titulares  en el equipo ideal de PRO BOWL.

El factor Fitzgerald

El domingo pasado ante Green BAY, este “peludo” receptor de Arizona sumó casi 180 yardas con sus atrapadas, algunas casi mágicas, su promedio en Play Offs es tremendo, 114 yardas en sus ocho juegos jugados más sus 10 recepciones de anotación. El “factor” Fitzgerald no para ahí, cada vez que se coloca en la formación ofensiva de los Cardenales es un enigma para las defensivas rivales.

El discreto Carson

Carson Palmer, el veteranazo quarterback de Arizona, nunca había ganado un juego de Play Off hasta el domingo pasado, sus ocho temporadas con los Bengalíes y dos con los Raiders apenas le alcanzaron a un discreto juego de postemporada, que por cierto, perdió cuando jugaba para Cincinatti, aunque hay que reconocerle que en tres ocasiones acudió al Pro Bowl y una fue el Mejor Jugador de la Conferencia Americana.

Hoy las cosas han cambiado, el llamado a Arizona hace dos temporadas por el coach Bruce Arian, que debe ser nombrado Coach del Año, ha resultado exitoso por los cuatro costados, su conexión con la tremenda tercia de receptores Fitzgerald-Brown-Floyd mantendrá muy ocupados a los profundos de Carolina.

Defensiva, el nombre del juego  

Crédito aparte a las dos defensivas en un juego que enfrenta a dos de las más poderosas ofensivas en la NFL.

Es un error descartar a los Cardenales o siquiera darlos como víctimas aún y a pesar de jugar en Carolina. El juego apunta a ser muy parejo, dos ofensivas explosivas, dos quarterbacks de estilos opuestos que comandan ofensivas muy exitosas, la clave de este juego pues, se llama ¡defensiva!