La primera prueba para Gerardo Martino al frente de la Selección Nacional fue superada sin problemas, con dos victorias ante Chile y Paraguay, el estratega argentino ha renovado la ilusión de la afición mexicana, que debe tomar con calma este inicio positivo, pues esta historia ya la hemos visto antes y no tuvo final feliz para nadie.
Las victorias no aseguran un buen proceso con la Selección Mexicana, pues a pesar de que la ilusión en los aficionados reviva, ésta será la primera en quebrantarse con el primer tropiezo de Martino con el combinado Tricolor, tal y como ha pasado en procesos anteriores.
Ahora Martino arrancó con triunfos y muchos goles en juegos amistosos, pero la verdadera prueba llegará en el primer torneo oficial que dirija: la Copa de Oro.
Para tener una visión de lo que le podría esperar a Gerardo Daniel Martino, si es que el nivel de juego baja en los próximos partidos, se tiene que mirar en los últimos cuatro procesos que ha tenido México con hombres diferentes en el banquillo.
El estratega argentino ha renovado la ilusión de la afición, que debe tomar con calma este inicio positivo
El primero de ellos es el del sueco Sven-Goran Eriksson, quien pese a que inició ganando en su era al frente de México, la buena suerte sólo le duró cuatro encuentros, ya que a partir del paradójico quinto partido comenzaron los problemas y la inestabilidad para él.
Eriksson terminó su mandato como entrenador a los 14 partidos dirigidos, con siete victorias, un empate y seis perdidos.
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Después de él, José Manuel de la Torre entró ‘al rescate’ de un barco casi hundido y pese a que al igual que su antecesor ganó los dos primeros compromisos, el ‘Chepo’ es recordado como uno de los peores entrenadores que ha tenido México, ya que el boleto al Mundial de Brasil 2014 estaba casi perdido por una mala racha.
Una historia diferente
Miguel Herrera tuvo todo para triunfar con la Selección Mexicana, pero su temperamento fuera de la cancha se convirtió en la sombra de los buenos resultados que consiguió, provocando que su despido como técnico del combinado nacional se diera luego de ser Campeón de la Copa Oro.
Juan Carlos Osorio es el último caso de la ‘maldición de los dos partidos’, aunque es el único que ha completado su proceso de ‘forma correcta’.
El colombiano consiguió los objetivos que se propuso al frente de la selección, pero su estilo de juego siempre fue cuestionado por las rotaciones que ocupaba pidiendo su renuncia en más de una ocasión, pues el enamoramiento que logró al inicio con 10 juegos sin derrota terminó con una humillación ante Chile por 7-0 y sin lograr el objetivo de alcanzar el quinto partido en el Mundial.
